Caesars Entertainment, empresa gigante que opera casinos en Las Vegas, tuvo una mala experiencia en Massachusetts. Después de haberse asociado con Suffolk Downs para invertir mil millones de dólares en el desarrollo de un casino en la pista de carreras de caballos, la Comisión de Juegos de Azar del estado los sacó del proyecto, días antes del referéndum en East Boston, alegando no sería capaz de superar la revisión de antecedentes que exige el estado de Massachusetts para poder otorgar la licencia.
Pero la empresa no se quedó de brazos cruzados y presentó una demanda ante la corte federal en contra del presidente de la Comisión de Juegos de Azar de Massachusetts, Stephen Crosby, acusándolo de favorecer a otra empresa en la carrera por la licencia para construir un casino en el estado.
El Boston Globe informó que Crosby, quien ha liderado la comisión desde que fue creada en 2012, ha sido socio de uno de los propietarios de un terreno en Everett, llamado Paul Lohnes, entre 1983 y 1990, y que se conocen desde la década de los ’70, cuando ambos formaban parte de la Guardia Nacional. Por esta razón Caesars opina que “esa situación podría predisponer a Crosby a favorecer una aplicación rival para la licenciaâ€. Sin embargo, la Comisión de Juegos ha defendido a capa y espada la independencia de sus investigadores, agrupados en el Investigations and Enforcement Bureau (IEB), y han asegurado que Crosby no tiene ninguna participación en los reportes, las investigaciones ni las recomendaciones que hace el IEB.
De acuerdo con la demanda, Caesars está reclamando que no existe “constitucionalidad, objetividad ni imparcialidad†por parte de Stephen P. Crosby debido, entre otras cosas, a los “conflictos de interés y su fracaso en revelarlos oportunamenteâ€, según reza el texto de la demanda presentada en el Tribunal Federal en Boston.
La decisión de la Comisión de Juegos de Azar de Massachusetts representó una debacle para Caesars Entertainment. Después de haber trabajado en el proyecto de Suffolk Downs durante dos años, y haber invertido millones de dólares, los investigadores de la comisión hallaron problemas durante la verificación obligatoria de antecedentes. Aparentemente, Caesars había firmado un acuerdo con una cadena de hoteles cuyos copropietarios tenían relación con miembos de la mafia rusa.
La demanda alega además que la comisión fue mucho más estricta con Caesars que con otra empresa solicitante, MGM Resorts, que concursa por la licencia para construir un casino en Springfield.
