Administrar y manejar los ahorros del hogar no tiene por qué ser un asunto difícil. En muchas ocasiones, en la economía casera los viejos métodos suelen funcionar mejor que cualquier complicado sistema de inversiones. A continuación proponemos algún truco para que llevar las cuentas día a día sea más fácil.
Seguir los gastos: Cada vez que se realice algún gasto en casa, hay que anotarlo en un cuaderno. Esto nos ayuda a ver dónde nos estamos gastando la plata y cómo la estamos gastando, día a día. De este modo podemos ver cuánto nos estamos gastando, lo que al final puede servir para calcular nuestras cuentas y ver dónde podemos recortar para ahorrar más.
Pagar en efectivo: Es totalmente imposible gastar más de lo presupuestado cuando realizamos los pagos en metálico. Si decidimos usar la tarjeta de crédito por comodidad, aún puede usarse efectivo. Para ello, cada vez que hagamos uso de la tarjeta, se saca el mismo importe en metálico y se guarda en un tarro o en un cajón. De este modo siempre tendremos el dinero a mano para pagar la futura factura de la tarjeta de crédito y no nos llevaremos sorpresas.
Usar el sistema de sobres: En el mismo hilo que el método anterior, guardar de forma semanal o mensual dinero en metálico dentro de sobres o tarros es un buen sistema para mantener el presupuesto. Este puede dividirse en el dinero para comprar en el supermercado, para el combustible, para las fiestas de cumpleaños… todo lo tenemos preparado desde el principio de la semana y, si se combina con la prohibición de uso de la tarjeta de crédito, es el mejor método para que no gastemos más de lo estipulado. ¿Y si no se usamos todo el dinero previsto? ¡El siguiente sobre será más grueso!
Automatizar los ahorros: Se puede solicitar al banco que nuestros ingresos se depositen directamente en dos cuentas de ahorros separadas. Ya pueden ser 20, 30 o 50 dólares, cualquier cantidad, simplemente algo automático que sirva para ahorrar, aunque no nos demos cuenta. Hay que ahorrar ahora y no esperar a ser capaces de permitirnoslo.
Gastar menos de lo que ganamos: Un buen sistema para economizar es ignorar los aumentos de sueldo o ingresos extra, teniendo en cuenta simplemente lo que se ha ganado siempre. Este dinero que entra puede ir de forma directa a los ahorros. De este modo, nunca vamos a estar falto de fondos o ahogados por las deudas.