Agosto de 2001. Una pareja de Massachusetts acababa de terminar de tomar una botella de champán para celebrar su compromiso de matrimonio en una playa de Florida, cuando se les ocurre una idea loca: escribir un mensaje, meterlo dentro de una botella, taparla con un corcho y arrojarla a las olas de Tampa.


El mensaje decía: »A quien encuentre esta botella: Que sea bendecido como nosotros dos. Espero que encuentre a alguien para amar con tanta pasión. Espero que encuentre alguien que lo complemente. Este es nuestro mensaje en una botella». Además incluyeron sus nombres de pila y un apartado postal de correos de su ciudad natal, Attleboro.


Karl y Michele Kimmell, quienes ahora son padres de dos niños y están a punto de celebrar su décimo aniversario de bodas, dicen que a veces se preguntaban si alguien había encontrado la botella.
Y resulta que sí. Un hombre llamado Michael Souvigny la halló en febrero mientras cazaba a lo largo del río St. John en Green Cove Springs, Florida. Souvigny se apresuró a contestar el mensaje, pero su carta fue devuelta porque la cuenta del apartado de correos estaba cerrada, pues Karl y Michele se había mudado a Rehoboth.


Ante la insistencia de un amigo, Souvigny contó la historia a The Sun Chronicle, quien la publicó recientemente. La hermana de Michele vio el periódico y reconoció la letra de la carta. Entonces imprimió una copia y se la llevó a la pareja.
