El martes 18 de junio se llevó a cabo el tercero y último debate entre los candidatos al senado de EE.UU. que se enfrentarán el próximo 25 de junio en las elecciones especiales de Massachusetts.
En esta ocasión los rivales Edward Markey y Gabriel Gomez se desafiaron enérgicamente el uno al otro, en el que fue probablemente el debate más acalorado de los tres que ha habido. La discusión se centró en una serie de intercambios acerca de la cara empresarial de Gómez y la trayectoria de Markey en Washington.
A tan sólo una semana de los comicios, ambos candidatos se retaron el uno al otro a través de una lluvia de acusaciones.
«Nada va a cambiar si el Sr. Markey gana esta elección», dijo Gómez. «Vamos a tener el mismo D.C. y la misma disfunción. Lo único nuevo que vamos a tener es él moviéndose de un edificio a otro».
Por su parte Markey, continuando con énfasis en la oposición que tiene Gómez a una ley que prohiba de armas de asalto, pidió al republicano explicar las razones por las que un civil necesitaría un arma que puede disparar 100 balas en menos de dos minutos. Cuando Gómez eludió una respuesta directa -sólo se concentró en destacar su apoyo a la ampliación de la verificación de antecedentes de los compradores de armas y acusó a Markey de politizar el tema-, el congresista insistió: «Sr. Gómez, no ha respondido a la pregunta», dijo.
El Moderador del debate, R.D. Sahl, presionó a Markey sobre el tema de su residencia y le preguntó por qué su domicilio aparece borrado en las declaraciones de impuestos que ha hecho públicas. Los republicanos se han quejado en repetidas ocasiones de que, después de casi cuatro décadas en el Congreso, Markey es un residente de Maryland, donde es propietario de una casa grande, y no Malden, donde tiene una casa más modesta.
«Oh, es Massachusetts», aseguró Markey. Insistió en que el «blackout» en la dirección fue error de un contador. Tras el debate, dijo a la prensa que lanzaría una versión sin editar de sus declaraciones de impuestos el miércoles.
Posteriormente el moderador puso a Gómez contra la pared cuando le preguntó cómo los votantes pueden confiar en él cuando no quiere discutir los detalles de sus 16 años como un inversionista de capital privado. Gómez dijo que ha trabajado en «grandes empresas en el sector privado», y dijo que el presidente Obama es un inversionista en su firma, Advent International. Pero no nombró a ninguna compañía específica, dejando a Markey una oportunidad para atacar.
«Todavía estamos esperando por saber para quién trabajaba», dijo Markey. «Â¿Cuáles son los nombres de los clientes? ¡Es importante! Mi récord es completamente transparente. La gente sabe que cada voto que he hecho lo largo de los años. Pero con el Sr. Gómez, todavía no sabemos quiénes eran sus clientes ni para quién trabajaba».Sahl añadió presión a Gómez y le dijo: «Voy a volver a la pregunta, porque, francamente, no la contestó.»
Cuando el tema surgió nuevamente, Gómez mencionó que ha trabajado con Lululemon, la firma de ropa deportiva. Pero se negó a profundizar en su trayectoria empresarial.
«Si el congresista Markey quiere comparar resumes, estoy feliz de hacerlo», dijo Gómez. «Y si usted supiera lo que es el capital privado, sabría que no tenemos clientes. Es así de simple. Tenemos inversionistas».