Los atentados en Boston deberían obligar a agilizar la reforma migratoria y no a detenerla, opinaron dos senadores que contribuyeron a la elaboración de la iniciativa bipartidista.
El senador republicano Lindsey Graham, de Carolina del Sur, dijo el domingo que lo sucedido en Boston «debería obligarnos a actuar con mayor celeridad, no más lentamente, en cuanto a identificar a 11 millones de personas».
De igual manera opinó el senador demócrata Chuck Schumer, de Nueva York, quien agregó que «mantener la situación tal como está no es un argumento muy bueno ante lo sucedido».
El proyecto de reforma elaborado por el Grupo de los Ocho contempla el registro de todos los inmigrantes indocumentados que quieran acogerse a la nueva ley en busca de la residencia permanente y eventualmente de la ciudadanía. Los inmigrantes obtendrían un estatus provisional que les permitiría trabajar legalmente y viajar a sus países sin peligro de que sean rechazados a la entrada.
Schumer se quejó de que los detractores de la reforma aprovechan las explosiones para oponerse a una propuesta que de todos modos rechazaban desde el principio, y les urgió que en lugar de intentar detenerla aporten sugerencias para mejorarla.
Ambos legisladores hicieron sus declaraciones al programa «State of the Union» (Estado de la unión) de la CNN.