La policía de Boston, el FBI y otros funcionarios federales ofrecieron una rueda de prensa el martes en la mañana en la que anunciaron que, en este momento, no existen amenazas peligrosas para los residentes de la ciudad, y que continuarán investigando y analizando pruebas y declaraciones relacionadas con el atentado ocurrido el lunes durante el maratón de Boston.
En estos momentos, el foco principal de las autoridades es investigar testigos, seguir pistas y solicitar información de la gente. Richard Deslauriers, agente especial del FBI, dijo que han recibido un «voluminoso» número de pistas que incluyen declaraciones testigos y material audiovisual tomado antes, durante y después del crimen. «Nuestra misión es clara: hacer justicia a los responsables», dijo.
Las dos bombas explotaron cerca de la línea final del maratón de Boston el lunes, a las 2.50 p.m. Aun había corredores en la pista y miles de espectadores agrupados al rededor de la vía. Hasta ahora se han reportado tres muertos (entre ellos un niño de 8 años) y más de 170 heridos, 14 de ellos en estado de gravedad.
La policía también advirtió a los residentes de Boston que deben esperar ver una mayor presencia policial en las calles, en las estaciones de tren y en el aeropuerto Logan, tanto para avanzar en las investigaciones como para ofrecer a los ciudadanos una mayor sensación de seguridad.
«La ciudad de Boston debe esperar para ver al FBI la realización de actividades de investigación», dijo DesLauriers.
«Felicitamos al público por la información que nos ha proporcionado hasta ahora, y los exhortamos a que nos ayuden aún más», dijo Deslauriers.
