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Matrimonios del mismo sexo: Falta mucho por decir

El 26 y 27  de marzo de 2013 serán recordados en los Estados Unidos como días  históricos en la lucha por la legalización del matrimonio entre parejas  del mismo sexo. Tanto aquellos que lo apoyan como quienes piensan que el  matrimonio debe ser solo entre un hombre y una mujer, han estado  atentos a los argumentos expuestos ante el más alto tribunal del país en  el contexto de dos leyes: una estatal y otra federal.

En efecto el 26 de  marzo se expusieron los argumentos sobre la constitucionalidad de la  Ley de Defensa del Matrimonio (DOMA por sus siglas en inglés) la cual  desde 1994 ha impedido que los matrimonios del mismo sexo realizados en  los estados donde se han legalizado, sean reconocidos por el Gobierno  Federal. Los  abogados del gobierno del presidente Obama consideran que DOMA es  inconstitucional y el Procurador General Donald B. Verrilli ha pedido a  los miembros del más alto tribunal que la invaliden. Por otra parte Paul  Clement quien fuera Procurador General durante la época de George W.  Bush expresó que solo “el matrimonio tradicional†debe ser reconocido. El 27 de marzo se debatió sobre la constitucionalidad de la Proposición  8 que prohíbe el matrimonio gay en el Estado de California. Este último  es un caso particularmente complejo porque implica un conflicto entre  una decisión   de la Corte Suprema de California donde se dictaminó que  el matrimonio era un derecho humano fundamental y el resultado electoral  a favor de la Proposición 8 la cual define que “solo el matrimonio  entre un hombre y una mujer es válido o reconocido en Californiaâ€. Ambos  eventos ocurrieron en el año 2008.

Ambos  casos llegan al más alto tribunal nacional cuando por primera vez una  mayoría importante (56% según una encuesta de CNN) apoya el matrimonio  gay en Estados Unidos. Pero a pesar de esta clara mayoría a nivel  nacional, existe una gran división geográfica: nueve estados lo  reconocen mientras que treinta tienen enmiendas constitucionales para  prohibirlo.

Quienes  apoyan el matrimonio entre personas del mismo sexo opinan que este es  un derecho ciudadano del cual no pueden ser excluidos los homosexuales.  Según este argumento, el matrimonio voluntario es un derecho fundamental  de hombres  y mujeres en edad adulta y no puede ser restringido por razones de  raza, religión o sexo. Por esa razón, su prohibición legal significaría  una discriminación similar a prohibir el matrimonio entre personas de  distintas razas o religiones. Esta comparación es importante porque  hasta hace poco tiempo existieron en este país atrocidades producto de  la discriminación racial y que hoy nos parecen moralmente repulsivas.

Recordemos  que en 1958, Mildred Jeter de raza negra y Richard Loving de raza  blanca fueron declarados culpables y sentenciados a un año de prisión  por el delito de haberse casado. En ese entonces existía en el estado de  Virginia donde ambos residían una prohibición al matrimonio  interracial. Para casarse Mildred y Richard se fueron el 2 de junio de  1958 a Washington D.C. donde no había este tipo de discriminación. Luego  de la ceremonia se regresaron a Virginia donde fueron arrestados cinco  semanas después en su hogar a las dos de la madrugada por el delito de  estar casados el uno con el otro. En enero de 1959 luego de haber pasado  casi 6 meses en la cárcel y luego de haberse declarado culpables de los  cargos que les habían imputado, Mildred Jeter y Richard Loving fueron  sentenciados a pasar un año en la cárcel en celdas ubicadas en pisos  distintos. Luego,  la sentencia de encarcelamiento fue sustituida por expulsión No fue  sino hasta 1967 que la pareja Loving- Jeter y después de un famoso  juicio, logró que la Corte Suprema de Justicia se pronunciara sobre el  caso y declarara que las leyes que prohibían los matrimonios  interraciales eran inconstitucionales porque representaban una indebida  interferencia con “la libertad fundamental†del matrimonio.

Históricamente,  con respecto a los derechos humanos, las leyes a nivel nacional en  Estados Unidos han sido sancionadas luego de que han hecho crisis las  tensiones generadas entre estados con diferentes posturas sobre el mismo  tema. Recordemos que la Guerra Civil (1861-1865) fue el resultado de  las fricciones generadas entre estados que permitían la esclavitud y  otros que la consideraban moralmente inaceptable. Igualmente, en pleno  siglo XX, la discriminación racial en algunos estados de Sur generó  posiciones morales en contra y protestas entre 1956-1968 que culminaron  con el éxito del Movimiento de los Derechos Civiles liderado por Martin  Luther King.

Los  tiempos cambian y con ellos, los valores morales dominantes. Si hoy le  reprochamos a generaciones anteriores su tolerancia con la esclavitud y  la discriminación racial, ¿será que mañana nos juzgarán con la misma  vara por haber discriminado a nuestros hermanos por su preferencia  sexual?

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