El Papa Francisco regresó el jueves a la residencia propiedad de la Iglesia en la que se estaba hospedando antes de convertirse en pontífice, e insistió en pagar la cuenta a pesar de ser ahora quien está efectivamente a cargo del negocio, dijo el Vaticano.
La mañana posterior a su elección, Francisco pidió a un chofer que lo llevara al hotel de los clérigos, el Domus Internationalis Paulus VI, donde se había hospedado durante los días previos a ingresar al cónclave electoral secreto esta semana.
«Quería ir a buscar su equipaje y sus bolsos. Había dejado todo allí», dijo un portavoz del Vaticano en un encuentro con medios.
«Se detuvo en la oficina, saludó a todos y decidió pagar la cuenta por la habitación (…) porque estaba preocupado por dar un buen ejemplo de lo que sacerdotes y obispos deberían hacer», agregó.
El portavoz no reveló el monto de la cuenta.