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Lobos con piel de cordero: las estafas tributarias

Contribuir con los impuestos no es  sólo una obligación de quienes trabajan en Estados Unidos. Es también la  mejor manera de demostrar nuestra generosidad y lealtad al país que nos  ha acogido.

Sin  un sistema tributario eficaz, una sociedad moderna no puede existir.  Pero como casi todo en esta vida, hay muchos dispuestos a aprovecharse  del civismo y la buena voluntad de las personas estafándolas por medio  de sus impuestos.

Estas  estafas pueden costarle caro, no sólo en dinero sino también en  problemas con la justicia. Por ello, quiero compartir con usted algunas  de las estafas más comunes relacionadas con los impuestos y cómo  defenderse de ellas.

La  estafa más frecuente es el robo de identidad. El criminal consigue los  datos personales de la víctima ※como número de seguro social (SSN),  domicilio e incluso el número de cuenta bancaria※ y presenta una  declaración tributaria fraudulenta al Servicio de Recaudación de  Impuestos (IRS). Si la estafa le sale bien, acaba recibiendo el  reembolso que legítimamente le pertenece a usted.

Normalmente,  la víctima se entera de la estafa tras presentar su declaración  legítima. Si ha sido víctima de una estafa, contacte al IRS  inmediatamente, llamando al (800) 908-4490.  La entidad o firma que le ayudó a completar su declaración, siempre y  cuando sea de su total confianza, puede ayudarle con este trámite.

Pero  siempre es mejor prevenir que lamentar. No lleve consigo su tarjeta de  seguro social. Nunca dé su SSN ni su número de identidad individual de  contribuyente (ITIN), a menos que sea un requisito legal. Revise su  reporte de crédito cada 12 meses. Y nunca dé su información personal por  teléfono, fax o email a no ser que usted haya iniciado el contacto.

Precisamente,  otra manera ilícita de conseguir su información es lo que en inglés se  llama “phishingâ€, la obtención de datos por medio de email o sitios de  Internet que se hacen pasar por legítimos. Recuerde que el IRS jamás le  va a contactar vía email para solicitar sus datos personales.

Si  recibe un email sospechoso, haga lo siguiente: No lo abra. No abra  ningún archivo adjunto. No haga clic en ningún vínculo. Redirija el  email al IRS a la siguiente dirección: phishing@irs.gov. Tras enviarlo, bórrelo por completo. Siga los mismos consejos si recibe mensajes sospechosos vía texto o SMS.

El  â€œphishing†también se hace por teléfono. Si recibe una llamada  supuestamente del IRS, y usted sospecha que es ilícita, pídale a la  persona su número telefónico y su número de identificación de IRS. Llame  al IRS para verificar que la llamada es legítima. Y si finalmente usted  está convencido de que lo es, llame de vuelta a la persona en cuestión.

En  estos tiempos de crisis, las estafas relacionadas con los impuestos han  aumentado notablemente. Se dan casos de estafadores que convencen a sus  víctimas de que tienen derecho a presentar una declaración tributaria  para recibir un crédito fiscal, un reembolso o una rebaja a los que en  realidad no tienen derecho.

La  gran mayoría de los preparadores de declaraciones tributarias son  personas honestas que sólo tratan de ayudar y cumplir con su obligación.  Pero hay demasiados preparadores que embaucan a sus clientes con  promesas irreales de reembolsos imposibles o cobrando cantidades  abusivas por servicios que el IRS o sus voluntarios certificados ofrecen  gratuitamente.

Las  víctimas preferidas de estos lobos con piel de cordero son los ancianos  y las personas de ingresos más humildes, a quienes prometen reembolsos  ficticios procedentes de los pagos del Seguro Social o acaban robándoles  usando información falsa o números inflados en la declaración  tributaria.

No  se fíe de volantes u otra publicidad escrita que le prometen lograr  dinero gratis del IRS presentando poca o ninguna documentación. Esta  forma de engaño se ha detectado con frecuencia en iglesias en el sur y  medio-oeste del país, donde los estafadores se aprovechan de la buena  voluntad y la credibilidad de los párrocos y pastores.

Recuerde:  los impuestos son su contribución al bien común. No deje que estos  lobos con piel de cordero impongan su egoísmo a su civismo y buena  voluntad. Para más información bilingà 1/4e sobre sus impuestos, visite pormifuturo.org o llame gratis al (800) 206-9096.