Leonardo Vivas Peñalver • es director de la Iniciativa Latinoamericana del Carr Center for Human Rights Policy de la Kennedy School de Harvard University, y conductor del programa Detrás de la Noticia que se transmite por MasTV los martes a las 10:00am. Su e-mail esleonardo_vivas@harvard.edu Twitter: @Leovivasp
Y quién es Yoani Sánchez?, se preguntará el lector. Se trata de la más famosa bloguera cubana, quien por fin ha logrado salir de Cuba y ha sido objeto de una vasta campaña de descrédito por parte de medios oficialistas en ciertos países latinoamericanos. Se diría que, luego de 20 años, con el avance en la democratización del continente habría mayor tolerancia por opiniones provenientes de cualquier lugar del espectro político. Pero no ha sido así. Yoani es antropóloga y filóloga (especialista en el lenguaje y los orígenes de las palabras) y quizá en eso reside su inmensa popularidad. Cuando escribe, Yoani no utiliza la diatriba política como centro de su mensaje. Al contrario, habla de las cosas más sencillas que viven o sufren los cubanos, buenas y malas.
Además refleja un no disimulado orgullo por la nacionalidad cubana, por deteriorada que se encuentre. Y aunque está vinculada de una u otra manera con los grupos de oposición en la isla, su postura no transita los caminos de la polarización que tanto han marcado América Latina en años recientes. Desde siempre se ha manifestado opuesta al bloqueo comercial impuesto sobre Cuba por EEUU desde hace décadas, aduciendo que eso le hace la vida más difícil a los cubanos, que ya viven circunstancias de penuria y carestía económica.
Otra razón del éxito de Yoani ha sido el estilo de sus crónicas, una suerte de tersa prosa con gran simplicidad que hace pensar en los haiku japoneses o en la poesía de escritores como el italiano Ungaretti o el uruguayo Benedetti. Sus escritos en el blog Generación Y han logrado romper el muro de silencio impuesto desde siempre sobre los disidentes cubanos y más recientemente también ha tenido un éxito sin precedentes en Internet, especialmente en Twitter donde cuenta con más de 400,000 seguidores en el mundo. Nadie mejor que ella refleja los cambios en la comunicación actual y el poder de las redes sociales.
Desde hace 5 años Yoani ha intentado infructuosamente salir de Cuba, no para exiliarse como tantos otros cubanos víctimas del ostracismo sino para conocer otros países y poder recibir los numerosos premios de los cuales ha sido objeto. Gracias al sistema de visas de salida que prevaleció hasta hace poco nunca lo logró, aún después de intentarlo unas 20 veces. Sólo recientemente, con motivo de la reforma migratoria que permite a los cubanos viajar al exterior, logró su tan postergado sueño. Hizo su solicitud y recibió la respuesta positiva de muchos países europeos y latinoamericanos. Pero de inmediato se pusieron en efecto los perversos mecanismos de la sorda Guerra Fría que ha vuelto al subcontinente:
Argentina le puso trabas para concederle la visa, postergando su consideración hasta septiembre. Brasil, el primer país que visita Yoani, le concedió la visa de inmediato pero enseguida grupos pro-castristas se activaron para sabotear algunas de sus presentaciones, acusándola de ser agente de la CIA y otras lindezas clásicas. Extrañamente, un asesor internacional de la presidencia brasileña asistió a una reunión en la casa de la amistad Brasil-Cuba donde se repartió un dossier contentivo de innumerables descalificativos.
Un grupo le ha seguido los pasos por Brasil para desmeritar cuando no directamente sabotear sus presentaciones. Frente a ello Yoani ha dicho, primero que su única arma es la palabra y segundo, que ojalá en Cuba pudieran ocurrir las protestas contra cualquier persona que tienen lugar contra ella. Cuba y sus innumerables aliados podrán sabotear una que otra presentación de Yoani pero contra ellos conspira el futuro y la vocación de apertura que afortunadamente sigue prevaleciendo en el continente. ¡Bienvenida al mundo, Yoani!