Según un muy reciente estudio, el hollín (soot en inglés) también conocido como el carbono negro, tiene un impacto mucho mayor del que se pensaba en el calentamiento de la Tierra ya que absorbe la luz solar. El descubrimiento lo coloca casi a los niveles de responsabilidad del dióxido de carbono (CO2) el cual hasta ahora, era considerado el elemento fundamental en el efecto invernadero. Y es que durante años las organizaciones encargadas de estudiar los cambios climáticos habían desestimado el impacto del carbono negro porque solo permanece en la atmosfera por unos días a diferencia del dióxido de carbono el cual tiende a quedarse allí permanentemente.
En efecto, una de las novedosas conclusiones del estudio publicado en el Journal of Geophysical Research es que el carbono negro es especialmente perjudicial para regiones heladas cubiertas de nieve: al caer el negro hollín sobre la blanca nieve, el hollín provoca un aumento en la cantidad de luz y calor absorbido por la nieve. Recordemos que el color blanco rebota la luz (fotones) solar y su energía, esto ayuda a explicar porqué el Ártico se ha estado derritiendo más rápido de lo que nadie había proyectado. Por ello, el estudio sostiene que el calentamiento sea especialmente más marcado en las latitudes altas del hemisferio norte, norte de Canadá, Alaska, el norte de Europa y Siberia. También advierte que sea el carbono negro el responsable de los cambios en los patrones de precipitaciones lluviosas incluidos los monzones asiáticos.
¿Y cuál es la fuente fundamental del hollín? El 70% de las emisiones en Europa y Las Américas es provocado por el humo generado por los motores diesel. Esto quiere decir que si se colocan mejores tubos de escape y filtros para evitar la emisión de las partículas de hollín antes de su emisión, esto podría tener un impacto inmediato.
En países menos desarrollados las emisiones vienen a menudo por cocinas ineficientes o quema de basura, lo cual también podría ser relativamente fácil de controlar. Según algunos científicos si logramos disminuir a la mitad las emisiones de hollín, podríamos revertir el proceso de recalentamiento en solo cuatro décadas.
Estas son excelentes e inesperadas buenas noticias para nuestro Planeta.