El pasado 6 de noviembre los latinos en Estados Unidos ganaron su lugar en la historia. Los que podían votar salieron a hacerlo masivamente por el candidato que les ofrecía un “sueño†(Dream Act), salieron a votar para decir un “no†categórico a la “auto-deportaciónâ€, lo hicieron para sacar de la sombra a 11 millones de familiares y amigos indocumentados, salieron a votar para ganar el respeto del resto del país y lo lograron, o mejor dicho: ¡lo logramos!
Como consecuencia de ello republicanos de la talla de Marco Rubio, senador por Florida y quien aspira a ser presidente, han salido adelante con propuestas mucho más agresivas de reforma migratoria. Por primera vez los republicanos aceptan la definición de un camino para la ciudadanía para los 11 millones de indocumentados. Esto era impensable hace apenas tres meses.
Y es que no es una exageración decir que fue gracias al voto latino que Barak Obama fue re-electo presidente. Esto lo sabe él pero más importante aún, para lograr una ley de inmigración hacia falta que los republicanos también lo entendieran así; y lo hicieron.
Somos la minoría electoral de mayor crecimiento en el país y los republicanos tomaron nota el pasado 6 de noviembre que si el 71 por ciento que votó por el presidente Obama sigue votando demócrata, la probabilidad de que un republicano llegue a la Casa Blanca es muy baja.
Los republicanos cuentan fundamentalmente con los votos de los hombres blancos de mediana edad, la mala noticia para ellos es que no existen suficientes representantes de esta especieelectoral-en-extinción para que uno de sus candidatos presidenciales sea electo.
En síntesis, el mensaje que enviamos los latinos el 6 de noviembre es que somos ciudadanos a secas y no ciudadanos de segunda clase, que somos seres humanos que venimos a esta tierra , “hogar de los libres y tierra de los valientes†a compartir esos valores con esfuerzo y dignidad. Ha llegado la hora de salir de la sombra para mostrar nuestros rostros al sol y sin miedos.
Ahora bien, veamos lo que ha pasado en esta semana, los acuerdos logrados y las cosas que podemos esperar realísticamente. En primer lugar hay que reconocer el gran paso que ha significado el anuncio que hiciera el lunes la comisión bipartidista del Senado en lograr un acuerdo sobre los pilares básicos en los cuales debe fundarse la reforma migratoria.
Es importante también destacar que los ocho integrantes de la comisión del senado son miembros muy respetados en ambos partidos. Son nada más y nada menos que los demócratas Chuck Schumer, de Nueva York; Dick Durbin, de Illinois; Robert Menéndez, de Nueva Jersey, y Michael Bennet de Colorado y los republicanos John McCain, de Arizona; Lindsey Graham, de Carolina del Sur; Marco Rubio, de Florida, y Jeff Flake de Arizona.
Esto no es todo: al día siguiente, es decir el martes 29 de enero y desde Nevada uno de los estados en los cuales el voto latino garantizó su victoria, el presidente Obama pidió premura al Congreso en la redacción de la ley pues si éste no presentaba su propuesta “a tiempoâ€, el Presidente enviaría al Congreso “una medida especifica†para someterla a votación.
Como resumen del acuerdo bipartidista citamos las palabras del senador y ex candidato presidencial republicano John McCain quien dijo que la reforma migratoria incluirá un camino a la ciudadanía para quienes viven en Estados Unidos de forma ilegal y exhortó a construir “un sistema de inmigración humano y efectivoâ€.
Los cuatro principios fundamentales del acuerdo bipartidista son:
1- Un “duro pero justo†camino a la ciudadanía para los inmigrantes indocumentados que ya viven en los Estados Unidos y reforzar la seguridad de la nación fronteriza. En este sentido los que aspiren a la ciudadanía tendrán que pasar por un chequeo de antecedentes penales y pagar multas si no han contribuido con sus impuestos mientras trabajaban ilegalmente. Es bueno que se sepa que a la mayoría de los trabajadores ilegales sus patronos les retienen los “impuestos†sin que estos pasen al fisco. Quienes cumplan estos requisitos iniciaran su camino a la legalización.
2- Renovar el sistema nacional de inmigración legal y ampliar los cupos.Concesión de tarjetas de residencia para estudiantes que se destaquen en ciencia, tecnología, ingeniería o matemáticas en las universidades de Estados Unidos.
3- Establecer un sistema de verificación de empleo, que garantice que los empleadores no contraten trabajadores indocumentados para desestimular la inmigración ilegal.
4- Crear un programa de trabajadores temporales para puestos que los estadounidenses no pueden o no quieren ocupar.
En cada uno de estos temas existen diferencias de tono las cuales saldrán en el debate que apenas comienza. Sin embargo, todo pareciera indicar que el Congreso tendrá listo un proyecto de ley de inmigración más o menos basado en estos principios para el próximo verano.
Mientras tanto el Presidente Obama estará atento ¿Se atreverá a cumplir su amenaza de enviar sus propias medidas para someterlas a votación si el Congreso retrasa innecesariamente la aprobación de la Ley? El martes 29 de enero, el Presidente Obama afirmó con emoción: “Si ustedes (los inmigrantes) cumplen con ciertos criterios básicos, nosotros les ofrecemos la oportunidad de salir de la sombraâ€. ¡Bien dicho Presidente!
Como ven la reforma migratoria se ha convertido en el producto político más deseado por todos y ha definido una carrera entre demócratas, republicanos, la Casa Blanca y el Congreso a ver quien la logra primero. Por ello nos sentimos optimistas -a pesar de que todavía existen importantes diferencias de énfasis- de que se aprobará este año. Los latinos estamos haciendo historia y estamos muy cerca de convertir millones de sueños en realidad.