El gobernador Deval Patrick ha ido revelando poco a poco más detalles sobre su propuesta de aumentar los impuestos en Massachusetts para hacer una robusta inversión en transporte y educación.
Entre sus nuevos anuncios se encuentra un posible aumento a los impuestos aplicados sobre cigarrillos, caramelos y sodas.
El presupuesto total de su proyecto es de 34800 millones de dólares, de los cuales 1900 millones se recaudarán a través de impuestos nuevos o más caros para los residentes de Massachusetts.
Las dos bases fundamentales de su plan fiscal son: elevar el impuesto sobre los ingresos de 5.25% a 6.25%, y recortar el impuesto al valor agregado de las ventas de 6.25% a 4.5%.
Además de eso Patrick planea incrementar en un 5% cada dos años las tarifas del MBTA y los peajes de autopistas, puentes y túneles, comenzando en 2014.
Otra medida importante sería ajustar el impuesto sobre la gasolina a la tasa de inflación, lo cual garantiza aumentos periódicos del precio del combustible.
Patrick ha defendido su propuesta alegando que se trata de un «balance fiscal responsable que traerá nuevos puestos de trabajo y oportunidades» para Massachusetts. Además de esto, con el ambicioso proyecto educativo, el gobernador pretende «garantizar la mejor educación a los niños y jóvenes desde temprana edad».
El plan conlleva un cierto riesgo para el gobernador. Si bien se podría cimentar su legado, también podría perder votantes y reavivar el movimiento anti-tax, que fue una vez poderoso en Massachusetts.
