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Inédito Súper Bowl: entrenadores que son hermanos jugarán la gran final

Jack y Jackie Harbaugh son las únicas personas en todo Estados Unidos que el 3 de febrero ganarán y perderán en el Super Bowl: sus hijos, John y Jim, entrenan respectivamente a los dos finalistas del fútbol americano, Baltimore Ravens y San Francisco 49ers.

Mientras casi todo Estados Unidos disfruta del partido que se disputa en Nueva Orleans bebiendo cerveza y comiendo hamburguesas, mamá y papá Harbaugh lo pasarán mal las tres horas de juego, mientras Alicia Keys canta el himno y hasta en la actuación en el intermedio de Beyoncé. Sea cual sea el resultado.

Los hermanos van a hacer que la atención del Super Bowl se centre más que nunca en los banquillos. En el único duelo previo entre ellos, precisamente el familiar día de Acción de Gracias de noviembre de 2011, los padres fueron al estadio a hacerse la foto que el periodismo exigía por tal acontecimiento, pero se marcharon inmediatamente para seguir el encuentro por televisión.

Aquel choque era el primero de la historia en el que se enfrentaban como técnicos principales dos hermanos. Aun siendo importante, nada como el Super Bowl de dentro de dos semanas. Como entonces, Jack y Jackie no querrán que los aficionados y periodistas escruten su comportamiento para deducir simpatías por uno u otro hijo.

Y eso que ya están acostumbrados a que sea así desde que Jim, de 49 años, y John, 15 meses mayor, eran niños. «Si se quejaban los dos es que estábamos haciendo un buen trabajo», contó Jack a la revista Sports Illustrated (SI) antes de aquel partido.

Papá Harbaugh fue entrenador de universidad y estudió historia del football, así que la pelota ovalada siempre estuvo presente en las cenas de la familia.

Jim, el menor, es mucho más visceral que John. Creen que en la inevitable comparación uno de los dos sale siempre devaluado y mantienen una muy buena relación pese a que compiten en todo desde niños.

John aguardaba el domingo el inicio del partido en la cancha de New England Patriots cuando vio por las pantallas gigantes que los 49ers de Jim lograban el pase al Super Bowl por el que él iba a pelear después.

Por un segundo se quitó de la cabeza la táctica para frenar a Tom Brady y dijo a cámara: «Hey, Jim, felicidades. Lo hiciste, eres un gran entrenador, te quiero». A partir de ahí muchos desearon un triunfo de los Ravens, que finalmente dieron la sorpresa.

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