Obama promoverá una reforma que permita la ciudadanía para los inmigrantes con un solo proyecto, resistiendo las propuestas del Partido Republicano para tratar el problema por partes. Según informó The New York Times, altos funcionarios de la Casa Blanca y un grupo de senadores de ambos partidos han estado trabajando, por separado, en sendas propuestas de ley para impulsar una reforma migratoria que resuelva la situación de los 11 millones de indocumentados en el país.
Barack Obama y los demócratas del Senado se opondrán a cualquier medida que no permita a aquellos inmigrantes que consigan un estatus legal convertirse eventualmente en ciudadanos estadounidenses, de acuerdo con las fuentes.
El mandatario prevé anunciar las líneas maestras de su plan en las próximas semanas, quizás en su discurso anual sobre el “Estado de la Unión†ante el Congreso el 12 de febrero, indicó el diario.
Argumentará que su plan para los inmigrantes indocumentados no es una amnistía, porque incluiría multas, el pago de impuestos pendientes y otros obstáculos para los inmigrantes indocumentados que obtendrían estatus legal.
Su plan también impondrá el requisito de verificar, a nivel nacional, el estatus legal de todos los nuevos contratados, probablemente a través de programas similares a E-Verify que ya aplican muchos estados.