El próximo 4 de marzo entran en vigor nuevas regulaciones relacionadas con la Ley del Castigo, que permitirán a ciertos cónyuges y padres de ciudadanos, y a hijos de indocumentados menores de 21 años, tramitar sus visas de inmigrante dentro del país.
La jefa de seguridad de Estados Unidos, Janet Napolitano, anunció el cambio por medio de un comunicado que se publicó el miércoles.
El reglamento final «facilita el proceso de inmigración legal y reduce la cantidad de tiempo que los ciudadanos estadounidenses están separados de sus familiares más cercanos que se encuentran en el proceso de obtener una visa de inmigrante», dijo Napolitano en el comunicado.
De acuerdo con la normativa vigente, cuando un indocumentado permanece más de 180 días sin permiso legal, debe salir del país y es penalizado con la Ley del Castigo, que le prohibe la entrada a EE.UU. por 3 años (si la estadía como indocumentado fue de menos de un año) o por 10 años (si la estadía fue de más de un año). Al final de ese tiempo el inmigrante debe hacer un trámite consular para conseguir un perdón y poder reingresar a Estados Unidos.
Hasta ahora, el perdón sólo se podía tramitar desde el extranjero. Con la nueva regulación, los familiares directos de un estadounidense podrán solicitar un perdón desde Estados Unidos, sin tener que salir del país, separarse de sus familias y ser penalizados con la ley del Castigo.
Los beneficiarios de esta ley son únicamente los familiares inmediatos de ciudadanos norteamericanos, es decir, padres, cónyuges e hijos menores de 21 años que estén solteros. Las personas con antecedentes criminales o migratorios, o con ordenes de deportación, no califican.
El servicio de inmigración ha dicho que rechazará cualquier solicitud que llegue antes del 4 de marzo.
Recomendó además cuidarse de los notarios u otros individuos que no están autorizados para ejercer como abogados de inmigración, especialmente aquellos estafadores que soliciten dinero adelantado por presentar una solicitud de exención provisional.