De acuerdo con varios superintendentes regionales que declararon al Boston Globe, las escuelas están reconsiderando sus protocolos de seguridad y acelerando sus planes de instalar cámaras y otros mecanismos de control.
En Boston y en comunidades suburbanas como Hingham, Wellesley, Natick, Winchester, Medford, y Weston, el deseo de tranquilizar a los padres y estudiantes ansiosos se impuso sobre el tratamiento tradicional de «centros comunitarios abiertos» que se aplicaba a los edificios escolares.
El gobernador Deval Patrick ha decidido dejar en manos de los distritos locales la revisión y el endurecimiento de las medidas de seguridad en los colegios, según aseguró Paul Reville, secretario de educación del estado, al Boston Globe.
Los distritos están evaluando medidas tales como la instalación de cámaras de seguridad, actualización de cerraduras y sistemas de bloqueo de puertas y equipamiento el personal con walkie-talkies, dijo JC Considine, portavoz del Departamento de Educación Primaria y Secundaria.