Ayer domingo en Boston, el Cardenal Sean P. O’Malley se sumo a quienes están pidiendo acción por parte del gobierno para frenar la ola de violencia en el país.
Durante su homilia dominical hizo un llamado para que se prohiba la venta y posesión de armas de asalto y una mejor atención para quienes se encuentran mentalmente enfermos. «Lo que ha pasado en estos dias en Newtown, Connecticut es una tragedia de proporciones casi bíblicas», dijo el Cardenal.