Una foto de un hombre a punto de morir atropellado por el metro de Nueva York generó polémica tras ser publicada ayer en la portada del New York Post con el título: «Empujado en las vías del subterráneo, este hombre está a punto de morir. Condena».
Los lectores del matutino se preguntaron indignados por qué el reportero no trató de salvarlo en vez de sacar la foto.
La policía local dijo que Ki Suk Han, de 58 años fue lanzado a las vías después de un forcejeo con un hombre de 30 o 40 años, que presuntamente lo había querido asaltar en una estación de Manhattan. Después de ser tirado, se puso de pie e intentó salir, pero el tren lo alcanzó antes, frente a varios espectadores.
Un sospechoso fue detenido el martes a una cuadra de la estación, indicó la policía. El fotógrafo freelance Umar Abbasi sacó una serie de fotos, incluida la que fue publicada en la portada este martes.
El diario justificó a su empleado, al informar que esa y otras fotos publicadas fueron los productos no intencionales de intentos del fotógrafo de rescatar al hombre. “Sin la fuerza suficiente para sacar a la víctima (de las vías) por sí mismo, el fotógrafo usó su único recurso disponible y comenzó rápidamente a disparar el flash (de su cámara) para advertir al conductor del tren que pararaâ€, sostuvo la publicación.
El diario es propiedad del magnate australiano Rupert Murdoch, a quien acusaron de “mal gusto†y le endilgaron ir “demasiado lejos†con la noticia.
Los usuarios de Twitter y Facebook pedían una explicación a Umar Abbasi y el fotógrafo no se ha hecho esperar. Un día después se defiende con una emotiva y sincera carta en New York Post:
«Yo estaba esperando el tren en el andén de metro de la calle 49 cuando de repente oí gente gritando. Por el altavoz se anunciaba que el convoy estaba llegando. Fuera de mi alcance vi un cuerpo volando por los aires».
«Empecé a correr con la cámara hacia arriba -continúa su relato- y seguí disparando el flash, con la intención de avisar al conductor. No tenía ni idea de lo que estaba fotografiando. Yo estaba mirando al tren con la intención de que parara».
«Todo fue muy rápido, desde el momento en que oí los gritos hasta que chocó contra el hombre solo pasaron unos 22 segundos. El tren le golpeó antes de que yo pudiera llegar, nadie intentó sacarlo y me atormenta cuando pienso en ello. Cuando conseguí llegar encontré al pobre hombre retorcido como una muñeca de trapo». «Ver morir a esta persona ha sido una de las cosas más horribles que he visto en mi vida».
