Muchos restaurantes de Massachusetts sirven a diario pescado más barato y de menor calidad del que ofrecen a sus clientes en el menú, de acuerdo con una reciente investigación que condujo el Boston Globe, que incluyó análisis de muestras de ADN.
El problema afecta no sólo el bolsillo de los consumidores, sino también representa un riesgo para quienes padecen alguna alergia hacia algún tipo de pescado, y puede violar restricciones dietéticas particulares de una persona, entre otros problemas.
Esta investigación fue iniciada el año pasado, cuando el Globe publicó la serie «Business Fish», la cual provocó que legisladores estatales y federales se comprometieron a actuar para fortalecer la supervisión de la industria de pescados y mariscos. El representante demócrata Ed Markey, de Malden, presentó un proyecto de ley en julio para exigir la supervisión del pescado desde que sale del barco hasta que es colocado en el plato del consumidor, pero la legislación no ha avanzado.