Una empleada del Registro de Vehículos de Motor de Massachusetts (RMV) que trabajaba en Watertown fue acusada de cobrar a inmigrantes indocumentados por licencias de conducir que nunca entregaba y por prometer falsamente que ella podría ayudar a retrasar la deportación.
Adriana Ferreira, de Brighton, fue detenida el viernes y se declaró culpable en la Corte Superior de Suffolk por cargos de corrupción, soborno y hurto. Un juez le fijó una fianza de 50.000 dólares en efectivo.
Entre 2009 y 2011 Ferreira recibió miles de dólares y ni una sola vez cumplió con los servicios que ofrecía a sus clientes. Cuando estos se le enfrentaban, ella les amenazaba diciendo que llamaría a la policía o al departamento de Inmigración y Aduanas de EE.UU. En algunas oportunidades llegó a llamar.
Sin embargo, dos clientes decidieron ponerse en contacto con las autoridades y aceptar participar en una operación encubierta, según dijeron los fiscales.
Ferreira, una ciudadana naturalizada de los EE.UU. originaria de Brasil, cobraba a sus víctimas entre 1.000 y 4.000 dólares dependiendo de los servicios que supuestamente prestaba.
Más detalles aquí