El exgeneral estadounidense David Petraeus, uno de los comandantes militares de más alto rango en la era posterior al 11 de septiembre de 2001, renunció este viernes como director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) tras reconocer que sostuvo una relación extramatrimonial.
En una declaración, Petraeus describió su comportamiento como «inaceptable». «Ayer por la tarde, acudí a la Casa Blanca y le pedí al presidente que me permitiese, por razones personales, renunciar a mi cargoâ€, dice la nota de dimisión de Petraeus, difundida este viernes. «Después de haber estado casado durante más de 37 años, demostré muy pobre juicio al comprometerme en una relación extramatrimonial. Ese comportamiento es inaceptable, como esposo y como líder de una organización como la nuestra».
¿Cómo se supo?
La mujer, amiga de Petraeus, acusó a Paula Broadwell, quien ha servido en el ejército y fue biógrafa de su amigo, de haberla amenazado por correo electrónico. Los e-mails de ambas fueron investigados por el la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) y desataron el escándalo que terminó con la renuncia del número uno de la CIA por mantener una relación amorosa secreta con Broadwell.
Ahora el escándalo, que ya escaló del FBI al Pentágono, deja otro damnificado: el principal comandante estadounidense en Afganistán, el general John Allen.
Este general estaba a punto de ser nominado como Comandante Supremo de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Europa, pero luego del escándalo su postulación fue suspendida por el presidente Barack Obama.
Allen está siendo investigado por el presunto «intercambio inapropiado» de correos electrónicos con Kelley, aunque niega haberse comportado de forma incorrecta.
El retiro del director de la central de inteligencia ha sido relacionado en algunos sectores con la comparecencia que debía rendir Petraeus ante los comités de Inteligencia del Senado y de la Cámara de Representantes relacionada con la muerte en un atentado del embajador en Libia, Christopher Stevens, y otros tres diplomáticos estadounidenses.
Petraeus, de 60 años, estaba supuesto a declarar esta semana ante el Congreso sobre el ataque del 11 de septiembre contra el consulado estadounidense y la base de la CIA en Bengasi, Libia, en el que murieron cuatro estadounidenses, entre estos el embajador Chris Stevens.
Para seguir los detalles de esta historia, le recomendamos esta nota de BBC