Durante el fin de semana pasado, los oficiales de salud de Boston contactaron a 57 personas que habían utilizado servicios de una ambulancia para alertarlas de algo que parece difícil de creer: posiblemente estos pacientes fueron expuestos a enfermedades sanguíneas el verano del año pasado. La posibilidad del contagio de enfermedades salió a la luz después de que un paramédico fuera investigado por contaminar analgésicos y sedantes en forma líquida que se inyectan a los pacientes.
El paramédico, quien aun no ha sido encontrado culpable, fue despedido en septiembre de 2011. Pero la Comisión de Salud Publica de Boston no lo ha identificado debido a que ya está en pie una investigación criminal. Tampoco revelaron cómo fue que descubrieron al presunto culpable.
Sin embargo, la misma Comisión decidió avisar a los pacientes tratados debido a que sufren la probabilidad de una enfermedad. De un total de 64 pacientes tratados por ese paramédico, siete murieron antes de llegar al hospital; los 57 restantes recibieron la alarmante noticia el fin de semana y tendrán la oportunidad de un examen gratuito para monitorear su salud.
Al cierre de esta edición, las autoridades de salud del Estado habían confirmado a los medios que el sistema de emergencias ha implementado nuevas medidas de seguridad que requieren que existan dos firmas responsables por cada medicina utilizada y que incluyen inspecciones periódicas.
Después de aprender sobre esta dura noticia, El Planeta decidió preguntarles a miembros de la comunidad si es que aún se sentirían seguros si tuvieran que subir a una ambulancia y cuál es su opinión del sistema de emergencias médicas de nuestra ciudad.