Sobre la calle Bennington, saliendo de East Boston y pocas millas despuA(c)s de entrar aRevere, justo en frente a la estaciA\0xB3n de tren Suffolk Downs de la lA\0xADnea azul, se encuentra el restaurante NA!poles. Puede que por fuera el lugar se distinga por una avioneta que simula haberse estrellado contra el techo del establecimiento, pero dentro del negociolas A»empanaditas parroquialesA» son lo que han puesto a este lugar en el mapa.
Las pequeA+/-as empanadas, preparadas al estilo colombiano, obtienen su nombre de latradiciA\0xB3n colombiana de consumir estas pequeA+/-as delicias despuA(c)s ir a la iglesia, segAon le explicaron a TuBoston el equipo del programa de MA!sTV Las Parceritas.
NA!poles ofrece un menAo de comida colombiana, en donde se destacan las A»parroquialesA»por la alta popularidad de estas mini empanadas de carne.
A»Son lo que mA!s gusta, y a todos gustaA», dijo Esther Yanes, salvadoreA+/-a de 41 aA+/-os que atiende a la clientela del restaurante.
El dueA+/-o del restaurante, el colombiano Humberto Grajales, trajo las empanaditas a su restaurante hace alrededor de 4 aA+/-os. Preparadas en su totalidad en la cocina de NA!poles,el chef principal Antonio Flores y su equipo de cocina se encargan de todo el proceso que hace una realidad a las parroquiales: desde moler el maA\0xADz crudo para hacer la masa de las empanadas, rellenarlas y freA\0xADrlas en aceite vegetal a la temperatura ideal, hasta servir las crujientes empanaditas parroquiales acompaA+/-adas de ajA\0xAD y salsa rosada.
A»Lo especial [de las empanaditas] es el sabor, la condimentaciA\0xB3n que llevanA», dijo Flores, salvadoreA+/-o de 50 aA+/-os que lleva siendo chef por 22 aA+/-os. La receta, comentA\0xB3 el chef, escasera.
Hoy por hoy se preparan alrededor de 2.000 a 2.500 A»parroquialesA» en el fin de semana, segAon dijo Flores. Y es que las empanaditas son una buena elecciA\0xB3n para cualquier tipode ocasiA\0xB3n, asA\0xAD sea para picar y matar el hambre, o para servir en grandes eventos. SegAon comentA\0xB3 Yanes, las parroquiales son lo que mA!s se ordena en NA!poles, asA\0xAD sean paraconsumir dentro del restaurante o llevar fuera del establecimiento.
A»La gente llama y hace pedidos por anticipado, y despuA(c)s las recoge. O hay veces las pidenhasta crudas para ellos prepararlas en su casaA», dijo Yanes, aA+/-adiendo que la gente las pidepor docena, lo que hace comAon ver A\0xB3rdenes que requieren de a 200 a 300 A»parroquialesA». Esta diminuta delicia demuestra que lo bueno a veces viene en presentaciones pequeA+/-as.