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OpiniA\0xB3n: Cuando el destino nos alcance

Los latinoamericanos hemos sido fuertes creyentes en el destino, sobre todo cuando de economA\0xADa se trata. No en balde el paradigma de la Dependencia tuvo tanto A(c)xito durante el siglo XX en esa parte del continente y todavA\0xADa cosecha adherentes conscientes o inconscientes. SegAon esa visiA\0xB3n el mundo era nuestro enemigo A-principalmente los paA\0xADses mA!s desarrolladosA- pues compraban los productos naturales a precio de gallina flaca y nos ahogaban en generaciA\0xB3n tras generaciA\0xB3n de productos manufacturados. Era lo que se solA\0xADa llamar la trampa de los tA(c)rminos de intercambio, que siempre favorecA\0xADan a los mA!s ricos.A

Hete aquA\0xAD que el siglo XXI ha sido un mentA\0xADs a ese que ahora se desprecia como un prejuicio de otra A(c)poca. Cuando la crisis econA\0xB3mica mundial se mueve de EEUU a Europa y acosa duramente a paA\0xADses de larga tradiciA\0xB3n como Italia, o nueva como EspaA+/-a, Portugal y Grecia, AmA(c)rica Latina da un ejemplo de sobriedad en el crecimiento. Se acaban de reportar datos sobre el desempeA+/-o del subcontinente y siguen las buenas noticias. No son tan positivas como las del aA+/-o 2010, pero lucen mejores que el 2011. La razA\0xB3n principal de esa relativa disminuciA\0xB3n el aA+/-o pasado fue el descenso en el crecimiento de Brasil, el cual fue inducido por sus autoridades ante la amenaza de recalentamiento y el crecimiento desmedido de los valores inmobiliarios que hacA\0xADan temer por una burbuja y su consecuente estallido. Salvo AmA(c)rica Central, el resto del continente mantiene un crecimiento lento pero sostenido, a lo que se aA+/-ade la presencia de uno de los factores clave de un crecimiento sano, a saber, una disminuciA\0xB3n del desempleo y del empleo informal, lo que revela mayor solidez de la economA\0xADa real.

No hay una sola explicaciA\0xB3n para este buen desempeA+/-o econA\0xB3mico de AmA(c)rica Latina. En todo caso, dos condiciones mA\0xADnimas han confluido: primero el saneamiento econA\0xB3mico de los aA+/-os 90, que creA\0xB3 economA\0xADas mA!s sA\0xB3lidas y solventes y de baja inflaciA\0xB3n, capaces de crecer de manera sostenida, captar inversiA\0xB3n extranjera, disminuir los A\0xADndices de pobreza y aumentar la capacidad de consumo de un nAomero cada vez mayor de personas. De allA\0xAD el aumento de las clases medias latinoamericanas que se han convertido en una fuerza creciente en el dinamismo interno de los paA\0xADses mA!s grandes y una presencia permanente en los flujos de turistas en el mundo.A

La segunda razA\0xB3n tiene que ver con un aspecto mA!s estructural. La mayorA\0xADa de economA\0xADas latinoamericanas crece porque hay demanda para sus productos naturales de todo tipo, minerales, energA(c)ticos y agrA\0xADcolas. En paA\0xADses como Brasil y MA(c)xico esa no es la Aonica razA\0xB3n pues se trata de economA\0xADas de gran diversificaciA\0xB3n, pero para el resto de los paA\0xADses han surgido mercados crecientes en paA\0xADses hoy insaciables como China y la India, que estimulan una economA\0xADa mundial alicaA\0xADda.

Hace una dA(c)cada se propagA\0xB3 otro paradigma que postulaba que crecer con base en recursos naturales era equivocado, el crecimiento debA\0xADa sostenerse sobre ventajas basadas en el conocimiento y valor aA+/-adido. Pero, de nuevo AmA(c)rica Latina ha probado que el crecimiento proveniente de la explotaciA\0xB3n y colocaciA\0xB3n de productos naturales puede ser viable, aunque no se sabe por cuA!nto tiempo. Los tA(c)rminos de intercambio hoy nos favorecen.

Sin embargo, como regiA\0xB3n AmA(c)rica Latina no ha logrado crear mayores niveles de complementariedad y las experiencias de integraciA\0xB3n regional dejan mucho que desear. La vocaciA\0xB3n de los paA\0xADses es producir para el resto del mundo y menos intercambiar entre ellos. HabrA! que ver cA\0xB3mo evoluciona este modelo y si sigue resistiendo los embates de un mundo que va de convulsiA\0xB3n en convulsiA\0xB3n.

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