Recientemente, la oficina distrital en Boston del Departamento de Trabajo de los Estados Unidos (DOL, por sus siglas en inglés) descubrió que 34 restaurantes del área de Boston le debe más de $1.3 millones de dólares en pagos salariales retroactivos a 478 trabajadores.
Casi todos esos trabajadores son hispanos o brasileros.
El escandaloso saldo involucra a restaurantes populares del área, incluyendo a 15 filiales de Not Your Average Joe’s; los populares sitios en Cambridge Miracle of Science, Cambridge 1 y Tory Row; y Upper Crust Pizza en Salem.
Casi todos los establecimientos usaban la misma compañía para pagar y emitir cheques a sus empleados, Operational Management Goup (OMG), una empresa que se negó a cooperar con la investigación del Departamento de Trabajo y que ha «desaparecido» desde entonces. Por cada día que OMG continúe negándose a cooperar, va acumulando una multa de $1,000 diarios, de acuerdo al DOL.
Algunos de los restaurantes, como Upper Crust, han tenido otras disputas laborales en el pasado. El local de Salem cerró sus puertas, desde la investigación del DOL. Otros restaurantes, como Not Your Average Joe’s, se han caracterizado públicamente como víctimas de OMG. Science Partners, la compañía propietaria de Miracle of Science, Cambridge 1 y Tory Row, después de múltiples llamadas y e-mails, respondió diciendo: «no tenemos comentario».
Ted Fitzgerald, del departamento de asuntos públicos del DOL, dijo a El Planeta que todos los empleadores han «acordado pagar a todos los trabajadores afectados en su totalidad. Si los trabajadores no pueden ser localizados, el empleador enviará el salario a la oficina distrital», en donde se mantendrán por tres años.
Los trabajadores tienen que contactar a la oficina distrital en Boston (Boston District Office Wage and Hour Division) y una vez que se compruebe la identidad del trabajador, se le emite un cheque.
«La industria restaurantera emplea algunos de los trabajadores peores pagados, quienes son vulnerables a explotación», dijo la Secretaria de Trabajo, Hilda Solís, en un comunicado de prensa.
El DOL señala, en el mismo comunicado, información importante para los trabajadores: la ley establece que los empleados deben recibir un pago de «al menos el salario mínimo federal de $7.25 por hora, así como 1.5 veces el salario regular por hora por tiempo extra, es decir: por cada hora que trabajen más allá de las 40 horas semanales».
MIEDO DE HABLAR
¿Cómo pueden exigir sus derechos laborales aquellos trabajadores que no están siendo remunerados correctamente? ¿Qué hacen si ellos tienen miedo?
Neli, quien prefirió no dar su apellido, era cocinera en uno de los restaurantes Naked Fish. Originaria de El Salvador, Neli trabajó ahí por ocho meses. Un amigo de ella ya trabajaba ahí y cuando se abrió un puesto, Neli lo tomó. Lo que ganaba como cocinera lo enviaba a su madre, que padece de cáncer, en El Salvador.
Cuando el restaurant se preparaba para cerrar esa localidad, la administración les pidió a los empleados trabajar las últimas cuatro semanas y les dijo que se les pagaría el día del cierre.
A Neli, de 42 años, eso no le pareció correcto. Ella y sus compañeros tenían cuentas por pagar.
«No sabía que podía conseguir ayuda, y que la ley me ayudaría», dijo a El Planeta. «Tenía mucho miedo. Pero ellos no nos pueden hacer eso. No es justo».
Neli fue a su iglesia, St. Stephen’s, y les contó su problema. La iglesia la conectó con Diego Low del Centro de Trabajadores Metro West en Framingham, un grupo que ayuda a gente principalmente de Ecuador, Brasil y Guatemala.
Low presentó una queja formal en nombre de Neli con la Oficina de la Fiscalía General estatal, en la Fair Labor Division, a finales de junio de 2010. La queja establecía que el salario de Neli estaba siendo retenido hasta el día de cierre.
«Les estaban reteniendo sus pagos para que siguieran yendo a trabajar, en