Para Wilma Dávila el panorama nunca ha sido fácil, pues hace 20 años le diagnosticaron cáncer de seno y desde ese entonces es una sobreviviente más que no ha dejado de luchar por combatir esta enfermedad que cada vez se hace más común entre las mujeres latinas.
Su historia, como las de muchas mujeres, comienza cuando ella se detecta una pequeña protuberancia en el pezón de uno de sus senos. Tras una biopsia le es diagnosticado cáncer, pero gracias a su rápido descubrimiento y de cuatro meses de quimioterapias este no pasó a más.
«He sido una mujer de constitución fuerte y dije, esto no me va a vencer», comenta Dávila, residente de la ciudad de Springfield. «Mi trabajo como maestra de preescolar en ese entonces no me dejaba mucho pensar en lo que yo tenía sino en lo que yo podía ofrecer».
La sobrevivencia a esta enfermedad llevó a Wilma a investigar y mantenerse informada de todo lo relacionado con el cáncer de seno y en 2009 se vincula como mentora a la organización «La Esperanza», que forma parte de LEEO, Latina Empowering Each Other, una iniciativa de la afiliación de Massachusetts de Susan G. Komen for the Cure.
Según Wilma, cada año que pasa se siente más preparada para ayudar, asistiendo a seminarios donde comparte su experiencia de sobrevivencia al cáncer o promoviendo exámenes médicos en festivales donde el propósito no es tan solo el de informar sino también el de educar a la mujer respecto a la prevención de esta enfermedad.
«Me siento bien porque como mentora he podido ayudar a muchas personas, les digo que nunca dejen de hacerse la mamografía y les doy portafolios que contienen información en español para que ellas se instruyan», explica Wilma. «Mi lucha es constante y lo seguiré haciendo porque muchas mujeres hispanas no tienen la información necesaria, no saben qué rumbo tomar, están aisladas, cohibidas y a muchas de ellas les sirvo de intérprete».
Para Wilma la experiencia de haberse enfermado le ha servido de mucha ayuda porque ahora mismo la está necesitando para poder sobrellevar la enfermedad de su hija, quien también fue diagnosticada con el mismo tipo de cáncer, el cual se encuentra en una etapa más avanzada y que ya ha hecho metástasis en otros órganos.
La función que mujeres como Wilma o Altagracia Domínguez, quien fue diagnosticada con cáncer dos veces en el mismo seno y a quien le tuvieron que hacer una mastectomía, son casos que sirven de inspiración a otras mujeres que están en alguna etapa de cáncer y que de cierto modo se sienten apoyadas para combatir esta enfermedad.
«Anualmente me hago un chequeo general, me examinan el seno, solo quitaron uno, yo siempre me he sentido bien, a veces no me pongo la prótesis y salgo como si nada», asegura Altagracia, quien a sus 85 años no deja de sonreírle a la vida luego de haber sobrevivido dos veces a esta enfermedad. «No le doy mente que no tengo un seno, porque yo me quiero sentir así, bien positiva».
Altagracia, residente de Lawrence, junto con otras mujeres libradas de esta enfermedad se darán cita en la primera conferencia en español realizada en Boston y que se va a enfocar en la vida de mujeres latinas sobrevivientes del cáncer de seno.
La conferencia, que se llevará a cabo el próximo 10 de marzo, va contar con panelistas como Wilma que van a hablar de la vida luego de sobrevivir al cáncer de seno. También contará con la participación de la actriz Damaris López, que estará ahí para mostrar su apoyo y contar su experiencia junto con especialistas en la prevención y el cuidado de esta enfermedad.
«Por medio de este programa la idea es que mujeres que han pasado por el cáncer cuenten su experiencia y aconsejen a otras en realizarse a tiempo la mamografía que es la única herramienta que tenemos para detección temprana del cáncer de seno», dijo a El Planeta Jeanette Beltrán, directora de iniciativas comunitarias de la afiliación de Massachusetts de Susan G. Komen for the Cure, organizadora de la conferencia para latinas aquí en