Cerca de 300 latinas se reunieron el 9 de marzo en la Casa del Estado de Massachusetts para la quinta Conferencia Anual de la Mujer Latina, a propósito del Día Internacional de la Mujer.
Este año la conferencia estuvo dedicada a las «mujeres extraordinarias que luchan por la justicia migratoria», y contó con un panel de especialistas en temas como derechos de los trabajadores, violencia doméstica, salud, activismo comunitario y oportunidades de empleo para inmigrantes. Por primera vez participaron invitadas internacionales, provenientes de México, Haití y República Dominicana.
Este evento, que es auspiciado por la Red de Mujeres en Solidaridad y el Centro de Desarrollo Dominicano, tiene como propósito crear un espacio para que las mujeres latinas puedan hablar abiertamente de los temas que les preocupan. Magalis Troncoso, fundadora de la conferencia, se complace en afirmar que por primera vez, realizaron visitas con legisladores en la Casa del Estado posterior a la conferencia.
«No solo queremos reunirnos, sino hacer presión a los legisladores para lograr objetivos», asegura.
El evento también está diseñado como una oportunidad para hacer contactos con otras mujeres latinas y organizaciones sin fines de lucro interesadas en los mismos temas. Asistieron representantes de la Coalición para la Defensa de Inmigrantes y Refugiados de Massachusetts (MIRA, por sus siglas en inglés), Latino Health Insurance Program (LHIP), la Oficina para los Inmigrantes y Refugiados de Massachusetts, League of United Latin American Citizens (LULAC), Hogar de Esperanza y Paz (HEPAC), Federación Sindicalista Fedotrazonas de República Dominicana, entre otras asociaciones.
DE CARA A LA REALIDAD
Además de las ponencias de académicas y expertas, varias inmigrantes que han sido víctimas de injusticias sociales compartieron su testimonio con la audiencia. Una de ellas fue Crusita Martínez, una dominicana que sufrió el maltrato físico y psicológico por parte de su novio, quien finalmente quemó su cara y brazos con ácido, dejándola desfigurada.
«Ahora soy más fuerte y he sido capaz de ayudar a otras mujeres que han padecido lo mismo que yo», afirmó la activista. Al terminar su participación fue despedida con una ovación de pie. Crusita será protagonista de un documental llamado «La Cara de una Mujer», dirigido por la colombiana-americana Mónica Gutiérrez.
La hondureña Ada Fuentes comentó su experiencia al haber sido discriminada en la escuela por su estatus migratorio. «Me siento orgullosa de ser indocumentada», replicó en el podio, al tiempo que recibía un cálido aplauso. Fuentes es ahora presidenta del Movimiento de Estudiantes Inmigrantes (SIM, por sus siglas en inglés).
Hipólita Acuña Valenzuela, una invitada proveniente de México, destacó las condiciones laborales terribles que tuvo que enfrentar mientras trabajaba la zona fronteriza de Nogales. «Las mujeres son humilladas y ganan menos de $7 dólares por día. Por eso quieren migrar». Destacó que «el gran reto es que la migración sea una opción y no una obligación».
SALUD ASEGURADA
A pesar de que en el Estado de Massachusetts es obligatorio poseer un seguro médico, cerca del 13% de la población latina no lo tiene, la tasa más alta para un grupo racial. Son cifras de estudios realizados en 2009 por la epidemióloga Milagros Abreu en Boston University. Actualmente, Abreu dirige el programa Latino Health Insurance Program (LHIP) dedicado a educar a los hispanos acerca del sistema de salud y aumentar su acceso a los servicios.
Durante su ponencia en la conferencia, destacó que «la angustia y el estrés que muchas veces padecen los inmigrantes les hace ser más proclives a contraer enfermedades». El LHIP ofrece soporte para aplicar a servicios de seguro gratuito para consultas, emergencias y tratamientos médicos.
Al final de la reunión se otorgaron cuatro reconocimientos a «mujeres extraordinarias de la comunidad de Massachuset