Cuando su paciente comenzó a tener problemas derivados de una inyección para aumentar los glúteos, Rubén Darío Matallana y su esposa Carmen Olfidia Torres, quienes no tenían licencia para practicar medicina en Estados Unidos, intentaron huir a Colombia, su país de origen, pero fueron detenidos en el Aeropuerto Internacional McCarran de Las Vegas.
La paciente, una mujer de 42 años madre de tres hijos, falleció tras someterse al tratamiento estético en el cuarto trasero de un negocio de ventas de azulejos de Las Vegas.
Poco después de que Matallana y Torres fueran enviados a prisión, la policía respondió a una denuncia de que varios autos bloqueaban la salida de una casa y descubrió a varias personas con indumentarias de instrumentadores quirúrgicos en una vivienda del sudoeste de Las Vegas. Los fiscales dicen que una neoyorquina realizaba operaciones de estiramiento de ojos en la sala de estar. Pacientes con los rostros vendados fueron llevados a un hospital y la mujer que los operaba fue detenida.
Dijo que había sido doctora en China, pero las autoridades indicaron que no tenía licencia para ejercer la medicina en Nevada.
En Reno, una persona hospitalizada luego de que su vida corrió peligro debido a complicaciones derivadas de un procedimiento dental mal hecho le dijo a la policía que un individuo ejercía como dentista en una casa rodante. El sujeto de 56 años sostuvo que era asistente dental en otro país. Ya había sido condenado antes por practicar la profesión sin licencia.
«Sospechábamos que pasaban estas cosas», comentó el teniente de la policía de Reno Mohammed Rafaqat luego del arresto del dentista falso en marzo. «Pero a medida que investigamos descubrimos que era algo mucho más común de lo que pensábamos».
«Hay gente que no tiene seguro médico ni dinero y quiere ser atendida», indicó Rafaqat. «Eso es lo que pasa».
BELLEZA A TODA COSTA
Las Vegas y Reno son ciudades donde es importante lucir bien. Pero estas mecas del juego no son los únicos sitios donde una persona se puede someter a una cirugía cosmética en un callejón.
En la Florida, una mujer de 32 años fue acusada el mes pasado de inyectar a sus pacientes con sellador de neumáticos y pegamento para aumentar el tamaño de los glúteos. En Filadelfia, una turista británica de 20 años falleció tras recibir inyecciones que tenían ese mismo fin, en un hotel cercano al aeropuerto internacional de esa ciudad.
Pero la muerte de Elana Caro en abril de 2011 y otros episodios más recientes de personas que realizan intervenciones sin tener licencia han sacado a la luz un mundo subterráneo en Nevada e impulsado a las autoridades a buscar reformas.
El dentista de Reno que operaba en una casa rodante y la mujer que dice ser una doctora en China están a la espera de audiencias judiciales para determinar si son encausados o no. Otro individuo de Reno será juzgado en mayo, acusado de ejercer la medicina sin licencia.
«Todo grupo de personas que no tiene seguro o que tiene un seguro malo es vulnerable», manifestó Atzimba Luna, enlace con la comunidad del consulado de México en Las Vegas y quien está familiarizada con este tema. «Hay necesidades reales en el campo de la salud que no están siendo atendidas y la gente trata de satisfacerlas yendo a estos sitios».
Es bien sabido que médicos falsos ofrecen sus servicios a la comunidad hispana, indicó Luna. Pero coincidió con Rafaqat en que a las personas de bajos ingresos les cuesta encontrar atención indicada.
«Especialmente en lo que se refiere a cirugía plástica, cuesta saber a dónde ir para determinado procedimiento si no conoces a alguien que pasó por allí», expresó Luna.
Las autoridades tratan de resolver este problema. Un ex procurador general del estado dirige un grupo de trabajo que estudia el asunto y el Centro de Investigación Latino de la Universidad de Nevada está documentando informes de personas sin licencia que ofrecen sus servicios en la comuni