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Un grupo de jóvenes pertenecientes al Movimiento del Estudiante Inmigrante (SIM, por sus siglas en inglés) se reunieron el viernes pasado frente a la Escuela Secundaria de East Boston para exigir a maestros y directivos que suministren información sobre oportunidades de educación superior y becas para indocumentados en Massachusetts.

Unos 50 manifestantes marcharon hasta Liberty Plaza expresando consignas como «merecemos ir a la universidad», «indocumentados sin miedo» o «educación, no deportación».

Keylin Chicas, una salvadoreña de 19 años ex alumna de la Escuela Secundaria de East Boston comentó: «Cuando iba a graduarme, no supieron informarme sobre becas para ir a la universidad porque era indocumentada. Averigà 1/4é y sí existen organizaciones privadas que ayudan económicamente a los estudiantes sin papeles». Keylin consiguió un soporte en la organización SIM y este año comenzará a estudiar criminología en Quincy College.

Hace tres semanas Keylin conformó un grupo llamado Movimiento del Estudiante Inmigrante de East Boston (EBSIM) para compartir la información con todos los estudiantes de la zona. «Queremos luchar para que en la escuela se dediquen a buscar alternativas y las pongan al servicio de todos los estudiantes», apuntó la activista.

Estepanie Mengivar, de Honduras, también quiso apoyar la causa. No es egresada de esta escuela pero padeció en su momento los desvanes de ser indocumentada. «Era la mejor estudiante de mi curso y al salir de high school me negaron una beca por mi condición». Recientemente una organización sin fines de lucro le ayudó y el año pasado esta chica de 17 años pudo culminar varios cursos en la Escuela de Educación Continua de la Universidad de Harvard.

Eduardo Portillo está en el último año de la escuela secundaria y teme no poder seguir estudiando.

«Hace cinco años dejé El Salvador y tuve que ponerme a trabajar como cocinero en un restaurante de sushi. Nos critican por no tener educación pero a la vez muchas veces nos niegan el acceso a ella», se quejó.

Representantes de otras organizaciones como el Consejo Ecuménico de la Comunidad de East Boston y City Life/Vida Urbana también marcharon apoyando a los jóvenes.

«SI UNA PUERTA SE CIERRA HAY QUE BUSCAR OTRA»

El director de la Escuela Secundaria de East Boston, Michael Rubin, salió en defensa de sus consejeras académicas: «Dudo mucho que alguna de ellas haya negado alguna vez información a cualquiera de los estudiantes de East Boston High School», declaró.

Rubin asegura que él y su equipo están comprometidos con la educación y que les produce frustración que estudiantes brillantes y destacados no puedan ir a la universidad sólo por ser indocumentados.

«Nadie quiere negar una beca a ningún estudiante. Estamos aquí para ayudarles, pero tienen que estar conscientes de sus limitaciones si no tienen papeles», dijo Rubin a los protestantes en Liberty Plaza.

Al final de la manifestación prometió hacer lo posible por encontrar y difundir esta información y les aconsejó: «Si una puerta se cierra, busquen otra. Este es un trabajo de todos».

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