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BITÁCORAS DE INMIGRANTES | Un inmigrante + otro inmigrante: Una comunidad organizada

Texto y fotos: Mario Quiroz*

El proyecto fotográfico «Inmigrantes en Nueva Inglaterra: Un Viejo Oficio Americano» busca resaltar las virtudes y las cualidades que, como inmigrantes, aportamos a nuestras comunidades. El primero paso para que lo demás estén enterados de ellas es que nosotros seamos conscientes. Por ser de «otros lugares» y tener otras lenguas, nosotros somos diferentes. Esas diferencias son las que nos hacen especiales. Nuestra primer virtud es sabernos organizar.

«Mire, es que yo no hablo inglés», o «Es que yo no sé usar la computadora», son frases comunes que tienden a oscurecer las virtudes que sí nos hacen brillar. Cualquier persona de Latinoamérica sabe que las cosas no se botan, se reparan; que el dicho, «no hay que barrer solo donde ve la suegra» se aplica a lo profesional y lo laboral; que la imagen y la presentación tienen que ver con uno mismo y no con el tipo de trabajo que uno desempeñe. Nuestras habilidades son lo que nos hace diferentes.

ORIGEN DE UNA COMUNIDAD ORGANIZADA

Desafortunadamente, tendemos a enfatizar lo que no tenemos y esto eclipsa a lo otro. No hay duda de que en el día a día, nos encontramos con desafíos e injusticias. ¿Qué hacer al respecto? Dos personas compartiendo las mismas necesidades de alcanzar una meta o defenderse de una injusticia, hacen a un grupo. Un grupo es la voz de un individuo en la garganta de muchos. Entender nuestras penas y carencias, y colaborar con otros para resolverlas, es el principio de una comunidad organizada.

Poco a poco, nuestras organizaciones han ido descubriendo que las necesidades de unos son muy similares a las necesidades del otro. Una organización más otra organización hace a un movimiento.

VOCES DEL 1º DE MAYO

Más de ocho horas ininterrumpidas de lluvia no hicieron que se cancelara la marcha del 1º de mayo de este año. En Massachusetts hubo tres eventos de inmigrantes relacionados con el Día Internacional de los Trabajadores. En Boston se llevó a cabo una desde East Boston, pasando por Chelsea hasta llegar a Everett. Las otras dos fueron en Worcester y en Pittsfield, al extremo oeste del estado.

Las pancartas y las consignas de la marcha East Boston-Chelsea-Everett daban una sola voz a tanta diversidad. Ellas no hablaban de las necesidades de una comunidad en particular. Hablaban de las esperanzas y los sueños de más de 14% de la población del estado. La Colaborativa de Chelsea, de la ciudad que tiene el índice más alto de inmigrantes con el 38% (y la segunda concentración más alta de latinos con el 62%), marchó a la par de la Chinese Progressive Association y muchos otros grupos. Normalmente, para un salvadoreño y un chino sería casi imposible comunicarse. Sin embargo, la determinación y el deseo de ser escuchado es el factor de solidaridad que hace de muchos, uno.

Magalis Troncoso del Centro de Desarrollo Dominicano en Jamaica Plain lo expuso perfectamente: «No importa de dónde vinimos. Lo importante es que estando todos unidos podemos lograr mucho más que actuando solos».

Llevamos más de 30 años obteniendo logros en el estado, y sin embargo siempre siguen surgiendo desafíos. Lo esencial es saber que ya hay reemplazo generacional y que los jóvenes inmigrantes están tomando la batuta.

Como inmigrantes, es fundamental que sepamos comunicarnos, que expongamos nuestras metas, aspiraciones y las contribuciones Â-culturales, artísticas, políticas, económicas, familiares, etc.– que nosotros aportamos a nuestras comunidades; y que, organizados, exijamos a quien competa que se nos trate con dignidad y justicia. No es pedir más, es pedir lo que nos corresponde. Ese es el poder de ser inmigrantes organizados.

* «Bitácoras de Inmigrantes» es parte del proyecto «Immigrants in New England: An Old American Business» del fotógrafo Mario Quiroz. El proyecto cuenta con la participación de la Coalición MIRA, la Chinese Progressive Association, el Student

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