CUANDO LOS PATRIOTAS ATACAN
Después de un juego poco convincente (para sus estándares) frente a Washington, Tom Brady intentará demostrar mayor eficiencia y solidez cuando se enfrente a una defensa que parece ser mejor de lo que muchos piensan.
Si observamos el resultado final de las últimas cinco victorias logradas por los Broncos, (17-10, 17-13, 16-13, 35-32 y 13-10) podemos señalar que con excepción de los 32 puntos anotados por los Vikingos de Minnesota, la defensa no ha cedido más de una anotación (TD) en estos encuentros, una virtud aprovechada por Tim Tebow y su ofensiva para lograr increíbles victorias de último minuto.
El problema para los Broncos es que en esta oportunidad tendrán a una ofensiva explosiva que no se conforma con poner pocos puntos en el marcador. Brady, junto a sus armas aéreas Wes Welker y Rob Gronkowski, son la base de un grupo de receptores difíciles de contener.
Es cierto que los Broncos cuentan en su secundaria con la calidad de experimentados jugadores como los esquineros (CBs) Champ Bailey, AndreÂ’ Goodman y el profundo (safety) Brian Dawkins, pero como suele ocurrir cada semana, los Patriotas disponen de muchas variantes ofensivas que logran poner en apuros semana a semana a defensas de igual o mayor envergadura.
Además, para mala suerte de los Broncos, existe la posibilidad de que no cuenten con dos de sus mejores hombres de esta secundaria. El safety Dawkins está en duda debido a una lesión al cuello sufrida la semana pasada frente a los Osos de Chicago, y el CB AndreÂ’ Goodman, quien sufrió una contusión en aquel mismo juego.
Como es común en todos los equipos que enfrentan a los Patriotas, los Broncos intentarán ejercer presión en Brady. El talento de los presionadores (pass rushers) de los Broncos Elvis Dumervil y Von Miller es de tomarse en consideración, pero en vista que semana tras semana vemos a pass rushers de calidad yendo en busca de Brady, este domingo será otro «día en el trabajo» para los tackles ofensivos Matt Light y Nate Solder.
EL JUEGO DE CARRERA
No esperamos una activa participación del juego terrestre de los Patriotas, no por lo menos en las instancias iniciales del encuentro. El entrenador Belichick deberá poner prioridad en el juego aéreo por lo que relegará a segundo plano al hasta ahora, irregular juego terrestre de los Patriotas.
En caso que Belichick quiera intentar sumar yardas a ras del piso, los Broncos no harán que esto sea una tarea muy sencilla. El equipo de Denver cuenta con un respetable grupo de defensores contra la carrera, los apoyadores (LB) D.J. Williams (57 tackles), Joe Mays (56 tackles) y el novato Von Miller (50 tackles) imponen una sólida segunda línea de defensa difícil de penetrar.
CUANDO LOS PATRIOTAS DEFIENDEN
La ofensiva de Denver, bajo el comando de su QB estrella Tim Tebow, no impone mayor respeto. Un juego ofensivo prácticamente inerte que ha sido beneficiado por la ineptitud del rival más que por su propios meritos.
Tim Tebow ha sido tímidamente capaz de poner el balón en el aire. A pesar de contar con un grupo de receptores talentosos como Eric Decker, Damaryius Thomas y Eddie Royal, Tebow solo ha lanzado 198 balones en toda la temporada y completando solo 96 de ellos. También solo ha logrando lanzar un total de 11 TDs, números irrisorios que lo ponen en el sótano de las estadísticas.
Si Denver quiere tener alguna opción de victoria frente a los Patriotas, el QB de los Broncos deberá poner varios puntos en el marcador.
Que mejor oportunidad para Tebow de dar vida a su juego aéreo que frente a la peor defensa contra el ataque por el aire de toda la liga. La ausencia del safety Patrick Chung se hace cada vez menos llevadera. James Ihedigbo y Nate Jones/ Matthew Slater no están dando los resultados esperados. Añadiendo a esta cruel realidad, se suma la