WASHINGTON (AP) – Las filas de los pobres más pobres de Estados Unidos alcanzaron un nivel récord –una de cada 15 personas– esparcidas ampliamente en áreas metropolitanas luego que el desplome del mercado inmobiliario empujó a muchos pobres de barrios céntricos a suburbios y otros lugares periféricos y redujo los empleos y salarios.
Cifras nuevas del censo describen un panorama extremo entre los ricos y pobres de la nación en un momento en que el desempleo sigue siendo persistentemente alto.
Los datos llegan una semana antes de que gobierno publique por primera vez datos económicos que mostrarán que más hispanos, ancianos y pobres en edad de trabajar han caído en la miseria.
En su conjunto, los números subrayan la amplitud y el alcance de la depresión económica en Estados Unidos.
«Ahora realmente no existe un grupo que no haya sido afectado, excepto quizá quienes están muy arriba en cuanto a ingresos», dijo Robert Moffitt, un profesor de Economía de la Universidad Johns Hopkins. «Se supone que las recesiones son temporales, y cuando terminan, todo regresa a donde estaba. Pero la preocupación ahora es que la desaceleración económica –la cual terminará tarde o temprano– tendrá efectos de larga duración sobre las familias que perdieron empleos, que empeoraron y no pueden recuperarse», señaló.
Los tradicionales barrios negros marginados se están reduciendo y cambiando, atrayendo hispanos empobrecidos que tienen empleos de salario bajo o que están desempleados. Los barrios con tasas de pobreza de al menos 40% se están expandiendo sobre áreas más amplias, acrecentando los suburbios al doble del ritmo que el de las ciudades.
Las alguna vez prósperas áreas metropolitanas del sur estadounidense están sufriendo ahora algunos de los incrementos más grandes de concentración de pobreza.
Señales de una creciente división entre ricos y pobres puede ser vista en lugares como el acaudalado suburbio de Miami llamado Miami Shores, donde las niñeras se reúnen con los pequeños a los que cuidan en una zona de juegos incrustada entre el extenso campo de golf del ayuntamiento y campos de fútbol. El lugar es algo muy distinto a donde viven muchas de ellas.
Una es Mariana Gripaldi, una argentina de 36 años que vino a Estados Unidos hace aproximadamente 10 años para escapar de la propia crisis económica de su país. Ella y su esposo rentan un apartamento de dos recámaras cerca de Biscayne Bay en un barrio de clase media en el límite norte de Miami Beach, lejos de los hoteles y tiendas elegantes.
Pero Gripaldi comentó que en los dos últimos años, el barrio ha registrado un incremento delictivo. «La policía viene una o dos veces por noche», dijo.
Aproximadamente 20,5 millones de estadounidenses, o 6,7% de la población del país, constituyen el sector de los más pobres entre los pobres, definidos como aquellos ubicados al 50% o más abajo del nivel oficial de pobreza. Quienes viven en una pobreza extrema representan casi la mitad de las 46,2 millones de personas que viven justo por debajo de la línea de pobreza. En el 2010, estar entre los pobres más pobres significaba tener un ingreso individual de 5.570 dólares o menos al año, y de 11.157 dólares por familia de cuatro.
Esa proporción de 6,7% es la más alta en los 35 años en que la Oficina del Censo ha mantenido tales registros, superando marcas récord previas del 2009 y 1993 de poco más de 6%.
Cuarenta estados y el Distrito de Columbia tuvieron incrementos de más pobres entre los pobres desde el 2007, y ninguno registró decrementos. El Distrito de Columbia ocupó el primer lugar con 10,7%, seguido de Misisipi y Nuevo México. Nevada tuvo el mayor incremento, repuntando de 4,6% a 7%.
La concentración de pobreza también se amplió más.
Luego de bajar durante la expansión económica de la década de 1990, la proporción de personas pobres en grandes zonas metropolitanas que vivían en vecindarios de alta marginación se elevó de 11,2%