Después de lograr un categórico triunfo de visita frente a los raiders de Oakland, los Patriots de Nueva inglaterra vuelven a casa para medirse con su clásico rival de división, los Jets de Nueva York.
Este juego estaba supuesto a ser un choque entre dos potencias de la NFL, pero debido al irregular comienzo de ambos equipos, el esperado encuentro ha tomado una tonalidad diferente. Los Patriotas (3-1) y los Jets (2-2) están lejos de llegar en la mejor de sus formas, pero con la obligación de conseguir una victoria que les brinde tranquilidad a sus seguidores.
CUANDO LOS PATRIOTS DEFIENDEN
La defensa de los Patriots es considerada una de las más vulnerables de la liga, malas coberturas, la falta de pass rushing (presión al mariscal) y la ausencia de algunos jugadores importantes se han sumado para que esta defensa, en las cuatro primeras fechas de la temporada, haya cedido un total de 1,475 yardas aéreas convirtiéndose de esta manera en la peor defensa contra el juego aéreo de toda la liga. Una debilidad de los Patriots que los Jets quisieran explotar este domingo pero que no les será tan fácil como parece.
El castigado QB o mariscal de campo de New York, Mark Sanchez, viene de obtener otra mala actuación al comando de su equipo. Sanchez no solo fue víctima de una intercepción frente a los Cuervos de Baltimore, sino que sufrió cinco fumbles (balones caídos), tres de los cuales se convirtieron en touchdown para los rivales. Una culpa compartida con su línea ofensiva, que con la ausencia de su centro titular Nick Mangold, no han podido brindar una protección adecuada al errático Sanchez. El QB de Nueva York ya suma un total de 9 turnovers (pérdidas de balón) en lo que va de la temporada.
Los Jets intentarán disipar la presión en Sanchez con la contribución de su olvidado juego terrestre. Su running back (corredor) Shonn Greene deberá tocar más veces el balón y sumar yardas a ras del piso dándole así un mayor respiro al impreciso juego aéreo de Sanchez.
¿Cómo podrán los Patriots tomar ventaja de las miserias de Sanchez? La respuesta se encuentra en la posibilidad de su defensa de incomodar al mariscal de Nueva York. Será entonces una prioridad para los Patriotas poder contar con el regreso de su tackle defensivo Albert Haynesworth y con la efectividad de sus pass rushers Andre Carter y Mark Anderson. Igualmente un alza en el nivel de juego de la secundaria ya se hace necesario, en especial del CB (esquinero) Devin McCourty.
CUANDO LOS PATRIOTS ATACAN
Este pasado fin de semana vimos a los Patriots hacer algo diferente. Fuera de la conocida precisión del brazo de Tom Brady, esta vez contamos con una efectiva ofensiva a ras del piso. Mientras que el mariscal hizo lo suyo con 226 yardas aéreas, los corredores contribuyeron con 183 yardas. El surgimiento del corredor novato Stevan Ridley, junto a la eficiencia del más experimentado BenJarvus Green-Ellis, vienen en el momento preciso.
Por lo tanto será muy difícil que la otrora férrea defensa contra la carrera de los Jets logre frenar el ataque terrestre de los Patriotas. Solo en su tres últimas presentaciones, los dirigidos por Rex Ryan han cedido un total de 458 yardas por el piso. Además, la ausencia de su OLB (apoyador externo), Bryan Thomas, no hace más que debilitar sus posibilidades de detener el juego terrestre de los Patriotas.
Será una tarde difícil para los Jets quienes a pesar de contar con el mejor esquinero de la liga en Darrelle Revis, y un servicial pero propenso a cometer errores y faltas, Antonio Cromartie, deberán contar con el auxilio de su a veces insegura secundaria conformada por los