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Un problema médico, no de autoestima

La mitad de Estados Unidos será obesa en 2030, salvo que la intervención del gobierno –abaratando los alimentos saludables, encareciendo los alimentos basura y regulando la comercialización de alimentos insalubres– se lleve a cabo, según un informe de la revista británica The Lancet.

Soy una enorme defensora de que el gobierno dé incentivos para conductas saludables. Pero antes de que esas medidas entren en vigor, a la gente debe comenzar a importarle la epidemia de obesidad de la niñez y de los adultos en este país.

¿Y qué llama la atención de la gente? El texto «Maggie Goes on a Diet» (Maggie se Pone a Dieta).

El libro de Paul M. Kramer no ha salido aún a la venta, pero ya ha causado una controversia en los medios sociales, porque apunta a lectoras jóvenes con un mensaje que, pienso yo, realmente trata de dar alivio y aliento a niñas con problemas de obesidad.

El libro relata la historia de una niña de 14 años que comienza una dieta y que pasa de ser sumamente gorda e insegura a ser una niña de tamaño normal, que se convierte en estrella de fútbol.

La portada –en la que una niña gruesa observa con ansias la imagen en un espejo de una niña delgada– refuerza la actitud de que la obesidad es, principalmente, una cuestión de imagen, y no de salud.

Esta falsa creencia impide que la gente se tome seriamente esta enfermedad mortal y, en cambio, caracteriza los intentos por combatir una crisis médica legítima como más evidencia de que la sociedad presiona a las mujeres, hombres y niños a tener un tamaño o forma «ideales».

Es más fácil indignarse sobre la actitud de un autor hacia los problemas de imagen de una niña ficticia de 14 años de lo que es reflexionar sobre las políticas de salud pública.

Pero no hay nada más difícil de observar que un niño que no puede caminar una cuadra sin quedarse sin aliento, un adolescente que debe pincharse los dedos para medir su nivel de azúcar en la sangre o un adulto que vive su vida tomando medicamentos para controlar el ritmo cardíaco o la presión arterial.