La comunidad salvadoreña tiene un nuevo hogar en Boston. el viernes pasado, el consulado de el Salvador inauguró oficialmente sus nuevas oficinas en el 46 Bennington Street de east Boston.
«Me siento orgulloso y satisfecho al continuar siendo parte de esta comunidad, pero ahora estamos mucho más accesibles», dijo el Cónsul General José Alemán.
La transición del consulado, previamente ubicado en Border Street, marca un gran avance para los salvadoreños, ya que sus nuevas oficinas están ubicadas en una calle más central y con mucho más espacio.
«Este logro es parte de la oferta política del gobierno izquierdista electo», dijo Alemán. «Para que sepan que no son ciudadanos de segunda clase».
Para enfatizar la importancia del nuevo local, vino desde El Salvador la Directora General del Servicio Exterior, Liduvina Magarín.
Magarín dijo que el gobierno salvadoreño está consciente de los logros locales del consulado, y que el país les seguirá presentando su apoyo.
Igualmente, a la apertura asistieron el Alcalde de Boston, Thomas M. Menino, una representante de la oficina del senador Scott Brown, líderes comunitarios y residentes locales.
«Ahora se han mudado a una verdadera ciudad», dijo Menino al cónsul, en forma de broma. Antes de estar situados en un sótano en Border Street, el consulado también tuvo oficinas en la ciudad de Cambridge.
Menino señaló que es importante tener consulados localizados físicamente cerca de la población inmigrante, ya que sirven como manera de fortalecer las conexiones con los países de origen. El Alcalde también mencionó que la comunidad salvadoreña representa el cuarto grupo más grande de inmigrantes en el estado.
«La diversidad de Boston es una de sus mayores fuerzas», repitió el Alcalde dos veces, enfatizando su apoyo a la comunidad inmigrante. «Espero fortalecer nuestra relación».
El nuevo consulado ahora ocupa un edificio de tres pisos. En el primer nivel están ubicadas las oficinas dedicadas a realizar trámites. En el segundo piso se ofrecerán servicios a la comunidad, tales como clases de inglés, clases de español, computación e historia. El espacio también se utilizará para clases de danza.
Alemán dijo que otros servicios proveídos serán terapia y asesoría para personas que estén lidiando con problemas después de que un familiar haya sido deportado.
En un salón del segundo piso actualmente hay una exhibición de fotos del lente del salvadoreño Mario Quiroz. Las fotografías ilustran la vida cotidiana de salvadoreños, las cuales ilustran la contribución de ellos a la ciudad y el estado.
«Quise retratar las virtudes y cualidades comunes de los salvadoreños», dijo Quiroz. «Como comunidad tenemos un montón de cosas positivas».
Quiroz añadió que las fotos también servirán como artefactos históricos, los cuales «documentarán la experiencia e inicio de la comunidad».
Yolanda Hernández, de 50 años, asistió a la apertura para demostrar apoyo a su país natal. Ella dijo sentirse muy contenta de tener un consulado más disponible y con grandes mejoras. Hernández dijo que lleva 21 años viviendo en Massachusetts y que de vez en cuando necesita de los servicios del consulado.
«Se mira muy bonito», dijo Hernández, sobre las nuevas oficinas del consulado. «Esto traerá muchos beneficios a nosotros los salvadoreños, y el local nos hace sentir mucho mejor».