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Se buscan: Puertorriqueños en Boston, de 45 a 60 años de edad

Aunque sea deliciosa y no tenga comparación, la comida de la abuela puede que sea dañina.

Para combatir hábitos dietéticos que posiblemente tengan efectos negativos en la salud, La Alianza Hispana y la Universidad de Northeastern están buscando personas para conducir un estudio con el objeto de promover un estilo de vida saludable.

El estudio tiene la meta de educar a adultos sobre cómo mantener un corazón saludable, para así reducir las probabilidades de enfermedades cardiovasculares.

«Nuestra cultura a veces no ayuda con la dieta que tenemos, porque de ahí viene el problema», dijo Rosa Sánchez Garó, coordinadora comunitaria de La Alianza Hispana. «Las costumbres de la abuela son un reto que tenemos que enfrentar».

Sánchez Garó dijo que el estudio, titulado «Iniciativa para un Corazón Saludable para Adultos Puertorriqueños» (HIP, por sus siglas en inglés), se enfocará exclusivamente en adultos puertorriqueños entre las edades de 45 a 60 años.

«Los puertorriqueños son uno de los más afectados por altos riesgos de problemas cardiovasculares», dijo Sánchez Garó. «El freír y refreír manteca de cerdo es muy popular en la comunidad puertorriqueña, y uno no está consciente de los daños que eso causa. Eso es veneno».

Según Shirley A. Tejada, gerente del proyecto HIP, de parte de la Universidad de Northeastern, las enfermedades cardiacas son la causa principal de muertes en Estados Unidos, y la segunda causa de muerte en Massachusetts.

Los puertorriqueños entre las edades de 45 a 74 años representan el grupo más grande de hispanos en Massachusetts, dijo Tejada.

«Es importante recibir el apoyo, la participación, y la colaboración de la comunidad puertorriqueña para asegurar el éxito del programa», comentó Tejada.

Tejada mencionó que en 2009, la Universidad de Northeastern hizo una investigación que reveló cifras impactantes sobre la salud de 1,500 adultos mayores puertorriqueños (45-75 años) en Boston. Según esa investigación, el 26% de adultos mayores puertorriqueños en el área de Boston reportaron tener algún impedimento o discapacidad que limita sus funciones físicas, el 57% padecía de obesidad, el 40% de diabetes tipo 2, el 69% de hipertensión, el 50% de artritis y el 60% de síntomas de depresión.

«Todos esos factores, junto con las desventajas socioeconómicas, ubican a los puertorriqueños en un alto riesgo de sufrir de disparidades en el cuidado de la salud», señaló Tejada.

El estudio actual está en sus primeras fases, reclutando a puertorriqueños que estén dispuestos a servir a su comunidad, dijo Sánchez Garó.

Las personas interesadas en el estudio, el cual empieza en abril de 2012, deberán comprometerse a participar por dos años, asistiendo a sesiones una vez por mes. Un incentivo económico será ofrecido a los participantes, dijo Sánchez Garó.

HIP tendrá cuatro componentes: información sobre en qué consiste una buena nutrición, manejo de estrés, énfasis en la importancia de la actividad física y educación sobre la salud.

«Es importante reemplazar conductas al crear consciencia sobre lo que es saludable», agregó Sánchez Garó.