El soldado Félix Longoria murió en el campo de batalla luchando contra los japoneses durante la Segunda Guerra Mundial. Pero cuando su cuerpo fue enviado a casa en Three Rivers, Texas, la única funeraria del pueblo se negó a permitir a su familia utilizar su capilla porque «no le iba a gustar a los anglosajones». El incidente dio lugar a la indignación nacional y acercó a dos inteligentes líderes políticos, el Senador Lyndon Johnson y el Dr. Hector Garcia. Su compleja y por momentos polémica relación ayudaría a los latinos a convertirse en una fuerza política a nivel nacional por primera vez en la historia norteamericana. El caso Longoria también ayudaría a propulsar a John Kennedy a la Casa Blanca, y llevaría al Presidente Johnson a firmar la legislación sobre derechos civiles más importante del siglo veinte. The Longoria Affair, dirigida por el galardonado realizador J. Valadez y narrada por el actor Tony Plana, tendrá su premiere en la serie ganadora del Emmy® de PBS Independent Lens el martes, 9 de noviembre de 2010 a las 10:30 PM ET (consulte su programación local). El documental se transmite simultáneamente en Español a través del canal SAP y estará disponible en Español por el internet después del estreno.
En el pueblo del sur de Texas Three Rivers, la segregación entre las comunidades anglosajona y mexicoamericana existía desde hacía mucho tiempo. Pero con el advenimiento de la Segunda Guerra Mundial, hombres y mujeres de ambas comunidades se aunaron para apoyar la campaña solidaria de la población por la guerra. Uno de ellos era un joven esposo y padre mexicoamericano llamado Félix Longoria.
Un soldado condecorado, Longoria murió en combate en las Filipinas. Cuando sus restos fueron devueltos a su pueblo natal, su viuda Beatrice quiso rendirle homenaje. Quedó deshecha de dolor cuando el dueño de la funeraria, Tom Kennedy, le negó la utilización de su capilla. Kennedy luego declaró a la prensa: «nunca dejamos que los latinos usen la capilla y no pensamos comenzar ahora».
Beatrice buscó la ayuda de Héctor García, un doctor de Corpus Christi que se estaba forjando un nombre como duro activista por los derechos civiles. Durante la guerra, Garcia había sido un cirujano y comandante de un hospital de campaña cerca del frente en Europa. Tras la guerra, volvió al Sur de Texas donde miles de mexicoamericanos necesitaban cuidados médicos desesperadamente. Muchos de los pacientes de García eran veteranos pero no podían obtener sus tratamientos de la Administración de Veteranos. Le dijeron que no podían conseguir dinero para estudiar o abrir sus negocios – beneficios que los veteranos de orígen anglosajón conseguían como parte de la «GI Bill». García comenzó a movilizarse, creando una organización para luchar por sus derechos, llamada American GI Forum.
Indignado por los problemas de la Sra. Longoria, Garcia llamó al periódico local y envió telegramas a distintos oficiales electos exigiendo justicia. Uno de esos telegramas llegó al despacho del recientemente elector senador junior por Texas, Lyndon Baines Johnson. Veinte años antes, Johnson había sido el director de la escuela segregada mexicoamericana en Cotulla, a sólo 90 kilómetros al oeste de Three Rivers. Jamás olvidó la pobreza y el racismo que vio allí.
Johnson respondió inmediatamente, ofreciendo un funeral con honores militares para el soldado Longoria en el Cementerio Nacional de Arlington. La familia aceptó y hoy el cuerpo de Félix Longoria descansa en una colina con vista al Monumento a Washington.
El caso Longoria generó una duradera alianza entre Lyndon Johnson y el Dr. García. En el transcurso de los siguientes 15 años, su compleja y por momentos polémica relación ayudaría a congregar a los latinos en una fuerza nacional por primera vez en la historia