AP.- El Senado de Massachusetts, en una media vuelta abrupta, aprobó esta semana una serie de medidas contra los inmigrantes indocumentados, las más fuertes de los últimos cinco años, según dijeron Senadores.
El conjunto de leyes reemplazó una enmienda que había sido aprobada el miércoles pasado y que restringía el acceso de los inmigrantes indocumentados a algunos beneficios de desempleo y asistencia social. Pero la nueva medida se amplió apenas un día después con provisiones mucho más duras limitando el acceso de los indocumentados a todo un rango de servicios, desde vivienda pública hasta Medicaid.
Adicionalmente, el estado no podrá hacer negocios con, o contratar empresas que a su vez tengan entre sus filas a inmigrantes indocumentados. Además los legisladores impusieron medidas más severas para quienes falsifiquen documentos de identidad.
La enmienda también requeriría que el programa estatal de seguro médico verifique la residencia legal de sus solicitantes a través del Departamento de Seguridad Interna.
Cabe señalar que una iniciativa similar fue rechazada en la Cámara de Representantes de Massachusetts el mes pasado.
El voto 28-10 de ayer jueves 27 de mayo llega apenas un día después de que el Senado había pasado una enmienda similar pero menos restrictiva. Los Republicanos habían criticado esa enmienda, tildándola de medida diluida y argumentando que si el gobierno federal no hace lo suficiente para cumplir las leyes nacionales de inmigración, entonces los estados tienen que intervenir para llenar el vacío con sus propias leyes.
El senador Republicano Richard Tisei dijo que la nueva enmienda era una victoria para los Republicanos. Tisei agregó que la ley ahora deja muy en claro que la gente no puede obtener beneficios en Massachusetts a menos de que estén aquí en el estado de una manera legal.
«No es justo que en medio de una recesión estemos canalizando dólares a través de los empleadores a gente que está trabajando ilegalmente», dijo el senador Republicano Bruce Tarr, de Gloucester.
Pero, en una conferencia de prensa el miércoles y antes al radical cambio de dirección del Senado, un grupo de activistas pro-inmigrantes caracterizó las enmiendas Republicanas como «mezquinas» y «demonizadas».
En la rueda de prensa, la Directora de la Coalición por la Defensa de los Derechos de los Inmigrantes y Refugiados de Massachusetts (MIRA, por sus siglas en inglés), Eva Millona, dijo que las enmiendas al presupuesto presentadas por los Republicanos contribuyen a la «fiebre anti-inmigrantes» que permea el país actualmente.
Ahí también, la senadora Demócrata de Boston Sonia Chang-Díaz acusó a los Republicanos de intentar ganar «puntos políticos fáciles» en año de elección.
Ella llamó a la enmienda más expansiva «una campaña de publicidad multimillonaria para los Republicanos en búsqueda de puestos políticos».
Posterior al voto sorpresivo del jueves y al cual se opuso, Chang-Díaz dijo al Boston Globe que el nuevo conjunto de medidas no había sido propiamente estudiado.
El debate se presentó al momento en que se dio a conocer una nueva encuesta sobre el sentir de los votantes de Massachusetts sobre la inmigración.
El estudio de Suffolk University/WHDH-TV revelado esta semana encontró que el 84% de los votantes recomiendan a los legisladores de Massachusetts que requieran a los residentes presentar prueba de ciudadanía para recibir beneficios estatales. El 12% se opone a tal requerimiento y el 4% estuvo indeciso.
Los votantes se mostraron más divididos con respecto a la nueva ley de inmigración aprobada en Arizona, con el 53% apoyándola y el 40% en contra de ella. Al preguntar