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Para la comunidad hispana que experimenta diariamente los efectos de las acciones de la Agencia de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) no es motivo de sorpresa la revelación hecha por el diario The Washington Post de que personal de esa agencia federal se traza metas de expulsión de indocumentados, sin tener en cuenta las características o antecedentes de los inmigrantes que saca del país. Latinos de las áreas más apartadas de la geografía nacional pueden narrar con desolación como han visto reducida la población hispana por las actividades de ICE y las espantosas consecuencias de los programas de deportación que promueve, como 287(g) y Comunidades Seguras. Pese a las modificaciones que ICE le hizo a los memorandos de entendimiento, como parte de la nueva política de la Administración de Obama para enfatizar la expulsión de criminales reales, los agentes locales están colocando en proceso de deportación a trabajadores inmigrantes sin antecedentes criminales.Pero la situación en la alta jerarquía de las agencias federales en Washington no es diferente y la muestra del botón está en las comunicaciones internas de la Oficina de Detenciones y Remociones de ICE, del pasado 22 de febrero, que claramente presentan una meta de deportar 400,000 inmigrantes anualmente, de los cuales el gol es detener a 150,000 criminales y el resto serían no criminales.

La filosofía de esa Oficina parece no haber cambiado desde 2003, cuando su entonces director, Anthony Tangeman, estampó su firma en la Operación Endgame, un plan estratégico con el fin de deportar a todos los indocumentados en un periodo de diez años. Por eso el reclamo de los activistas que asistieron al encuentro con el Presidente en la Casa Blanca, antes de la marcha de Washington. Y por eso su sorpresa con que el mandatario pensara que básicamente se estaba deportando a criminales. Por «coincidencia» el mismo día de la reunión con los activistas latinos, los «vaqueros» de ICE efectuaron un par de redadas a apenas 28 millas de la residencia presidencial, llevándose a 29 humildes empleados de restaurantes. Entonces no tiene porque sorprender que algunos líderes comunitarios califiquen el escándalo de los memorandos como «traición», y que digan que la Casa Blanca tiene un doble discursos. y que la Campaña Reforma Migratoria Pro América pregunte: ¿Quién está a cargo?

Rafael Prieto Zartha es asesor de medios de comunicación en español para America’s Voice. Su e- mail es rprietoz@hotmail.com.

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