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Dora la Exploradora llega a su décimo aniversario

Por Sigal Ratner-Arias

No desestime su impacto por tratarse sólo de una niña. «Dora la Exploradora» podría estar creando una generación más abierta a otras razas y culturas y con el tiempo incluso llegar a cambiar el panorama político. O al menos esa es la esperanza de algunos de sus creadores.

«Creo que sí», dijo uno de los creadores y productores ejecutivos de la serie, Chris Gifford. «El hecho de que los niños se identifican con una niña de piel cobriza que habla otro idioma [lo demuestra]. Los niños quieren que sus padres les lean libros de Dora y vean con ellos el programa. De eso se trata».

Han pasado 10 años desde que la primera heroína bilingà 1/4e de la televisión infantil debutó en la pantalla chica para conquistar los corazones de pequeños latinos y no latinos alrededor del mundo y la cadena Nickelodeon lo celebró el domingo pasado con una película de una hora que cuenta con las voces de Rosie Pérez, John Leguizamo y Héctor Elizondo y a la que seguirá un documental con comentarios de la propia Dora y sus amigos, sus creadores, expertos de la industria, niños de la vida real y celebridades como Salma Hayek y Shakira.

Desde que les enseñó a los niños la primera de muchas palabras en español –«azul»– «Dora la Exploradora» ha cruzado fronteras y hoy llega a 151 mercados y se traduce a 30 idiomas. En Estados Unidos, el Reino Unido, Australia, Canadá, Nueva Zelanda e Irlanda, todos angloparlantes, Dora enseña español, pero en otros mercados del mundo — y en los mercados hispanohablantes de este país — la popular pequeña enseña inglés.

Increíble si se toma en cuenta que la idea original para el programa nada tenía que ver con una niña bilingà 1/4e.

«Dora no comenzó como latina ni como heroína, era un animal de la selva», dijo a la AP la co-creadora del show, Valerie Walsh Valdés. «Nickelodeon de hecho nos pidió que consideráramos hacerlo tras ver un estudio según el cual no había personajes protagónicos latinos y positivos en la televisión…

‘¿Cómo podemos hacer eso?’, nos preguntamos [Chris y yo]. Pero tuvimos la suerte de conectarnos con el increíble asesor cultural Carlos Cortés, autor de ‘The Children Are Watching’ y ‘The Making – and Remaking – of a Multiculturalist»’.

«Ã‰l nos ayudó mucho a encontrar la mejor manera de sacar a Dora adelante en términos culturales… Nos dijo que Dora no debía ser de ningún país en específico», para que cualquier latino pudiera identificarse, añadió Gifford en la misma entrevista.

En «Dora la Exploradora», cuyo sabor latino se siente no sólo en el idioma y los rasgos de Dora sino en los demás personajes, los paisajes, los temas a tratarse y los valores familiares, la protagonista invita a sus pequeños espectadores –niños en edad preescolar– a acompañarla en alguna aventura, generalmente enfrentando un problema que no puede resolver por sí sola.

Dora los invita a responder ciertas preguntas en un programa interactivo que incluye silencios lo suficientemente largos como para que los niños respondan.

«Los niños se sienten bien ayudándola a resolver el problema… Dora necesita SU ayuda», señala Walsh Valdés.

Cada episodio cuenta con la asesoría de educadores y expertos culturales y a veces toma más de un año en producirse, en parte porque ningún capítulo sale al aire sin haberse exhibido antes ante el jurado más sincero y temido: por lo menos 75 niños.

«Es devastador ver a esos niñitos decepcionados. Uno de verdad se lo toma a pecho», confiesa Gifford antes de añadir en tono de broma: «Â¡Estos niños de tre

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