Marcela García 
 No es secreto que la pequeña ciudad de  Chelsea, de apenas 2.3 millas cuadradas en  extensión y tradicionalmente casa de inmigrantes,  aloja a más de 20,000 residentes latinos,  de acuerdo a datos de la organización  Chelsea Collaborative.  Pero el jefe de policía de la ciudad, Brian  Kyes – ascendido a jefe del departamento hace  unos meses – se entiende perfectamente  con los hispanos, quienes forman casi el 60%  de sus constituyentes. No habla perfecto español  (aunque se defiende bien en el idioma  pues su esposa es puertorriqueña) ni ha vivido  en Latinoamérica; su clave ha sido mantener  una profunda comunicación con su comunidad,  pues además nació y creció en  Chelsea. 
 «Lo más impresionante de él es que ha  vivido aquí toda su vida. Sí, conoce la cultura  latina, pero eso no es suficiente», opinó  Gladys Vega, directora ejecutiva de Chelsea  Collaborative. «Brian entiende que una estación  de policía no debe permanecer encerrada  en el edificio, sino que hay que salir a conocer  la comunidad de primera mano».  Y eso es justamente lo que Kyes ha estado  haciendo. A principios de año implementó  una serie de reuniones comunitarias  en donde lo principal es escuchar de boca de  los vecinos los problemas específicos que  enfrentan.
«La idea detrás es lograr una unión social entre la comunidad», dijo Kyes a El Planeta. «En las primeras reuniones yo estuve presente y me dio mucho gusto escuchar a dos personas que platicaban entre ellas sobre sus vecindarios, sus profesiones, etc. Eso es lo que quiero lograr, que haya unidad».
Kyes, quien ha pasado toda su carrera policiaca de 21 años en Chelsea, es abogado y además cuenta con entrenamiento certificado del FBI para comandantes de alto rango. El jefe tiene a su cargo a 83 oficiales, de los cuales 17 son latinos y hablan español. El pasado 28 de febrero, por primera vez en la historia del departamento Kyes promovió a dos oficiales hispanos al rango de sargento, Edwin Nelson y Miguel Sánchez, ambos originarios de Puerto Rico.
«Cuando yo llegué al departamento en 1987 solamente había un oficial latino», afirmó Kyes. Además de avanzar la promoción de oficiales latinos de su departamento, Kyes se ha preocupado de acercarse a la comunidad enfocándose en los problemas que ésta enfrenta. Gran parte de los residentes de Chelsea son indocumentados y Kyes lo sabe, pero también sabe que no es su papel considerar esa cuestión.
«No es nuestro trabajo investigar la inmigración  ilegal», señaló tajantemente Kyes.  «Mi filosofía es la de asociarnos con todos los  miembros de la comunidad, independientemente  de su estatus legal o ilegal. Y quiero inculcar  la confianza, quiero que las víctimas  de cualquier crimen en Chelsea sepan que  pueden contar con nosotros, sin miedo».  Precisamente por eso, Kyes ayudó a organizar  una reunión sin precedentes en donde  representantes de la Agencia Federal de 
 Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas  en inglés) estarán presentes para hablar con 
 la comunidad.  «Es una reunión comunitaria con ICE,  como las realizadas en Framingham y Everett»,  dijo cauteloso Kyes, añadiendo que  la gente no debe tener miedo de asistir sino 
 al contrario. «Ellos hablan de la organización,  su misión, lo que sí hacen, lo que  no hacen, etc.».
La reunión se realizará el 18 de ju
 
     
     
    