Se trata de dos salvavidas estatales que según lo reporta el Boston Herald, preferían jugar a asustar a las gaviotas montados en vehículos motorizados, que vigilar la playa por si necesitaban cumplir con la parte más importante de su trabajo: salvar vidas. Sucedió en Nantasket Beach y los mentecatos fueron descubiertos por un oficial de policía.