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Por Virginia Gómez

Aunque por su cabeza han pasado cientos de suposiciones, la madre de Giovanni González presume que su hijo de 5 años podría encontrarse con algún amigo del padre, el puertorriqueño Ernesto L. González , con quien le dejó el pasado viernes 15 de agosto para pasar juntos el fin de semana. «Trato de esquivar lo negativo; creo que alguien lo puede tener, que Ernesto dejó a mi nene con alguien mientras él se iba a trabajar», indicó Daisy Colón sentada en las escaleras de su casa, en East Boston.

Colón, también puertorriqueña y madre además de una niña fruto de otra relación, vio por última vez a Giovanni a las 4:00pm del viernes. Fue a Lynn a llevar al niño con su padre, con el que el pequeño había pasado los dos últimos fines de semana. «Estuvo un año sin poder verlo porque una vez lo amenazó por cortar las flores de un jardín, pero Ernesto nunca había tenido problemas ni con el niño ni conmigo. Éste era el tercer fin de semana que le llevaba con él, y Giovanni iba ansioso y contento a la cita, lo cual me hacía estar tranquila», explicó la madre.

Daisy Colón conoció hace seis años a Ernesto González, de 36 años y trabajador en la empresa de alimentación Old Neighborhood, pero su relación se enfrió y actualmente sólo se limitaban a hablar cuando ella iba a dejar al niño con su padre. El domingo, sobre las 4:15pm, Colón salió de Boston para traer de vuelta a Giovanni pero, al llegar a Lynn, se encontró con que González no contestaba al teléfono ni abría la puerta. «Esperé hasta las 7:00pm, a las 8:00pm fui a buscar a su prima, pero tampoco a ella le respondía las llamadas, así que fui a denunciarlo a la policía», relató.

Los agentes, que tuvieron que forzar la puerta, encontraron a Ernesto solo en su casa y con un corte en la mano. Según Colón, éste dijo a la policía que el niño no había estado con él el fin de semana y que tampoco había recibido llamadas de ella. González fue detenido por poner en peligro inminente a un menor y permanece en la cárcel en Middleton bajo fianza de $500,000. «Ã‰l no quiere hablar, siempre ha sido muy terco», añadió la madre, quien aseguró no haber tenido comunicación con los abogados de Ernesto.

En el apartamento del padre, los investigadores encontraron un trapeador y una botella con líquido para limpiar pisos bañados en sangre. Asimismo, fueron requisados un cinturón, dos cuchillos, bolsas de basura, líquido para prender carbón, una computadora y un celular, según consta en el informe policial.

La policía de Lynn, junto con agentes de policía estatales y del FBI y ayudados por dos helicópteros y varios vecinos, han rastreado sin éxito la ciudad donde se vio por última vez a Giovanni. Además, se han revisado las cintas de vigilancia del aeropuerto Logan de Boston y se ha entrevistado a los trabajadores del aeropuerto de Puerto Rico por si el niño hubiera sido trasladado a ese país.

El día que Daisy le dejó con su padre, el pequeño vestía jeans azules, un camiseta roja con la cara de uno de los personajes de la película Transformers y zapatillas de Spiderman. Además, llevaba una mochila negra con otras prendas de vestir. Giovanni, que está matriculado en la escuela Samuel Adams de East Boston, tiene pelo oscuro, ojos marrones y una marca de nacimiento en su tobillo izquierdo. «Es muy alegre e inteligente, siempre le gusta preguntarlo todo y conoce la dirección de casa de memoria», manifestó su madre, quien asegura que su hijo nunca se escaparía por sí mismo.

La policía ha abierto un teléfono para todos aquellos que puedan ofrecer alguna información sobre el caso (781-595-2000). Según declaraciones de un vecino de González, se oyó reír al niño en la casa de Lynn durante el sábado. De momento, de acuerdo con la madre, no se han encont

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