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(www.saludyciencias.com.ar) Un equipo internacional de investigadores ha recolectado y coordinado una serie de evidencias que dan pistas sobre las más recientes amenazas a la salud pública. Allí se da cuenta de como estas vienen aumentado vertiginosamente en todo el mundo. Y las nuevas enfermedades más comunes que afectan la salud pública son las infecciones y vectores que logran saltar» la barrera de las especies provenientes de animales salvajes y que terminan desatando epidemias en las personas.

El trabajo, con su correspondiente «mapa» de puntos álgidos en materia de afecciones emergentes se publica en la última edición de la revista Nature.

Las razones para este fenómeno son simples: con el aumento de la población global se reducen las regiones y zonas de bosques, selvas y de naturaleza vírgen y se amplian las zona geográficas de «intercambio» y convivencia y -por ende- se multiplican las oportunidades de contacto con animales salvajes.

Mientras tanto, en las naciones más ricas del planeta los problemas emergentes son otros: básicamente surgen cada vez más organismos y variantes patógenas de virus y bacterias resistentes a diferentes antibióticos y medicamentos.

Ejemplos de esta tendencia

Este fenómeno ya tiene ejemplos concretos: La pandemia de VIH / SIDA, de la que se cree se ha iniciado por el contacto humano con los chimpancés. Los recientes brotes SARS y algunas explosiones pequeñas, pero sumamente agresivas, de virus como el Ébola.

En el nuevo estudio, los investigadores analizaron la historia y los patrones de desarrollo de 335 enfermedades emergentes localizadas entre 1940 y 2004. Y dicha información se volcó en mapas demográficos, correlacionados con densidad de población, urbanizaciones, la latitud, la precipitación y la biodiversidad silvestre.

Todo eso mostró que las enfermedades emergentes se han cuadruplicado en los últimos 50 años.

Otro dato es que alrededor del 60% de las enfermedades son zoonosis y provienen de resevorios de animales salvajes.

Los puntos geográficos más calientes y con mayor densidad de enfermedades emergentes coinciden además- con la menor vigilancia epidemiológica y los países más pobres: el África subsahariana, la India y China; En mucha menor medida hay zonas de riesgos en Europa, y Norte y Sur América.

Las razones

«Estamos desplazando la vida silvestre en zonas cada vez más pequeñas, y la población humana está aumentando», explicó Marc Levy, uno de los autores del paper científico.

Kate Jones, otra de las expertas involucradas en el trabajo afirmó que estos datos ponen de relieve la urgente necesidad de evitar una mayor intrusión de personas en zonas de alta biodiversidad y con presencia de animales salvajes. Todo parece indicar que la conservación ambiental puede ser un método importante para la prevención de nuevas enfermedades.

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