Jonh Fitzgerald Kennedy se convirtió, a sus 43 años, en el presidente más joven de la historia de los Estados Unidos. Y, aunque su aspecto era joven y saludable, su equipo médico se las ingenió para esconder sus numerosos problemas de salud a la opinión pública.
Estos datos se desprenden del último informe realizado por la marina americana, interesada en el estado de salud del ex presidente después de su muerte (el 22 de noviembre de 1963 en Dallas, Texas).