Un reportaje del Boston Globe sacó a la luz pública los resultados de una auditoría realizada a la Massachusetts Registry of Motor Vehicles. La institución permitió que conductores que tenían varias citaciones por manejar en estado de ebriedad; otros que rompieron los límites de velocidad en repetidas ocasiones; y hasta algunos que atropeyaron gente; sigan al volante a pesar de que los jueces habían dictaminado que se les quitara la licencia de conducir.