El representante Joseph P. Kennedy III informó esta semana que quiere crear un fondo de alivio para apoyar a los trabajadores esenciales que hayan sido afectados financieramente por el COVID-19. Además de ofrecer prestaciones por fallecimiento a las familias de los empleados que han muerto a causa del virus.
La propuesta proporcionaría unos “250.000 dólares a las familias de cualquier trabajador esencial que falleciera a causa de COVID-19, más 100.000 dólares adicionales para cada uno de los cónyuges e hijos del trabajador”, reseñó el Globe.
El programa también tiene el propósito de perdonar cualquier deuda de préstamos estudiantiles privados que haya tenido el trabajador. Además de cubrir los costos del entierro.
Te puede interesar: Boston puede extender las aceras por expansión social
“En el caso de los trabajadores que se enferman, el fondo proporcionará una compensación por salario”, más el costo de los gastos médicos y los servicios si la persona no puede realizar las tareas domésticas.
El programa del representante no incluía una estimación de costos.
«Los trabajadores que se lanzaron a las profundidades de esta pandemia mundial no pidieron ser héroes, pero sus trabajos y este momento lo exigían. Cientos, sino miles, han muerto porque no estábamos preparados para la devastación que el COVID-19 traería a nuestro país», dijo Kennedy.
«Y ahora, cuando muchos estados empiecen a reabrir prematuramente sus economías, millones de trabajadores más se verán obligados a poner sus vidas en peligro. Si los gobiernos están dispuestos a pedir a estos trabajadores que sacrifiquen potencialmente sus vidas por nuestro bienestar económico, no podemos dar la espalda cuando las familias en duelo exigen justicia», dijo.
Te puede interesar: Latinos afectados por COVID-19 luchan por enterrar a sus muertos
El Globe hizo referencia a un análisis realizado en abril por la ACLU de Massachusetts, que encontró que los índices por coronavirus eran extremadamente altos en varios vecindarios de Boston, pues allí reside una alta concentración de personas trabajadoras de primera línea. Por ejemplo, en Chelsea, “más del 70 por ciento de la fuerza laboral trabaja en la industria considerada esencial”, según el análisis.
