El Departamento de Justicia, en una presentación judicial el martes, dijo que puede defender «enérgicamente» una exención religiosa de la ley federal de derechos civiles que permite a las escuelas religiosas financiadas con fondos federales discriminar a los estudiantes LGBTQ, una medida que sorprendió a algunos defensores LGBTQ que dijeron que la redacción iba más allá de la mera una obligación de defender una ley existente.
En la presentación, la administración Biden dijo que «comparte el mismo objetivo final» que las escuelas cristianas conservadoras mencionadas en el caso.
«Lo que esto significa es que el gobierno ahora se está alineando con el odio anti-LGBTQ para defender enérgicamente una exención que todos saben que causa un daño severo a los estudiantes LGBTQ que usan dinero de los contribuyentes», dijo Paul Carlos Southwick, director del Proyecto de Responsabilidad de Exención Religiosa, que presentó el caso en marzo en nombre de decenas de estudiantes actuales y pasados de colegios y universidades religiosos conservadores. “Hará que nuestro caso sea más difícil si el gobierno federal planea defenderlo enérgicamente como han indicado”.
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Demanda de la comunidad LGBTQ
En Hunter v. El Departamento de Educación de los EEUU están 40 estudiantes LGBTQ de colegios y universidades religiosos conservadores que están demandando al gobierno por su papel en la provisión de fondos a las escuelas con políticas discriminatorias. Las escuelas dicen que tienen el derecho de la Primera Enmienda para promover las creencias religiosas tradicionales sobre la sexualidad y el género.
«Los demandantes buscan seguridad y justicia para ellos mismos y para los innumerables estudiantes de minorías sexuales y de género cuya opresión, alimentada por fondos gubernamentales y desenfrenada por la intervención del gobierno, persiste con consecuencias perjudiciales para la mente, el cuerpo y el alma», se lee en la demanda presentada en marzo en el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos en Oregon. “La inacción del Departamento deja a los estudiantes desprotegidos de los daños de la terapia de conversión, la expulsión, la negación de vivienda y atención médica, el abuso y el acoso sexual y físico, así como las consecuencias menos visibles, pero no menos dañinas, de la vergüenza, el miedo, la ansiedad y la soledad»
The Washington Post. Traducción libre por El Tiempo Latino
