Boston sentirá esta semana su primer golpe invernal, cuando una masa de aire ártico descienda sobre Nueva Inglaterra, haciendo caer las temperaturas y trayendo la posibilidad de algunas ráfagas o copos de nieve el martes.
Después de un comienzo de noviembre relativamente templado, el termómetro bajará bruscamente: se esperan máximas entre los 30 y 40 grados Fahrenheit (entre -1 °C y 5 °C). Los vientos fuertes harán que la sensación térmica sea aún menor, con valores en los 20 grados (alrededor de -6 °C) en el área metropolitana de Boston.
En algunas zonas del interior de Massachusetts y las regiones más altas del oeste de Nueva Inglaterra podrían verse ligeras acumulaciones de nieve, pero en Boston solo se anticipan algunas ráfagas sin acumulación significativa, una simple “probada” del invierno que se acerca.
El frío intenso, sin embargo, no durará mucho. Para mediados de semana las temperaturas volverán a subir hacia los 40 grados altos, con días soleados y frescos que se extenderán hasta el fin de semana.
Según el Servicio Meteorológico Nacional, este patrón marca el inicio de una serie de irrupciones frías más frecuentes a medida que se aproxima el invierno. Los residentes deben prepararse para el aire ártico y posibles ráfagas pasajeras, aunque no se espera nieve acumulada en la ciudad durante la semana.
